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Las figuras chartistas son las que forma la curva de cotizaciones en un chart. Pueden ser clasificadas en dos categorías: las figuras de cambio de tendencia y las figuras de consolidación de tendencia. Las figuras de cambio de tendencia, indican que se va a producir un cambio en la vigente tendencia de las cotizaciones. Por ejemplo: doble fondo, cabeza hombros, suelo durmiente, etc. Por el contrario, las figuras de consolidación de la tendencia, indican que el mercado sólo está haciendo un alto en el camino (consolidando niveles), y que la tendencia continuará vigente. Por ejemplo: triángulos, rectángulos, banderitas, etc. En una figura chartista, cuanto más grande sea dicha figura, es decir cuanto más ancha sea la diferencia entre la base y la cúspide de la figura, y además cuanto más tiempo tarde en formarse, más importantes y duraderas serán las consecuencias de esta figura en las futuras cotizaciones. Además de las figuras de la curva de cotizaciones, el análisis chartista, también considera las líneas de tendencia y las medias móviles. Las líneas de tendencia, son las líneas que unen los picos o los valles de la curva de cotizaciones. Por ejemplo: directriz bajista, resistencia, etc. No son figuras chartistas, pues no forman parte de la curva de cotizaciones, pero son básicas en el análisis chartista. Las medias móviles son las medias aritméticas de una cantidad determinada de sesiones, en las que en cada nueva sesión se añade en el cálculo la cotización del día y se elimina el primero de la serie, motivo por el que se llaman media móvil. El cruce de diferentes medias móviles sirve para confirmar la tendencia de las cotizaciones.
Es el precio al que se ha realizado la compraventa de una acción en bolsa. Es decir, es el precio de equilibrio para un título en función de la oferta y la demanda. Actualmente en las bolsas españolas, incluso en los mercados de corros, la cotización se expresa en pesetas. A lo largo de una sesión de bolsa hay muchas operaciones de compraventa a diferentes precios por lo que hay muchas cotizaciones, que se concentran entre las cotizaciones máxima y mínima de la sesión. Al precio de la última operación de compraventa de la sesión, se le llama cotización de cierre.
Es una figura chartista, de consolidación de tendencia, que se produce cuando la curva de cotizaciones fluctúa entre dos líneas horizontales paralelas, la línea inferior se llama soporte y la línea superior resistencia. Se interpreta que es una continuación de la tendencia, de modo que si se forman durante una tendencia alcista, las cotizaciones seguirán subiendo después de su confirmación, mientras que las cotizaciones bajarán si la figura surgió dentro de una tendencia bajista. Esta figura tiene poca fiabilidad. Las formaciones rectangulares, son la expresión de un mercado que se encuentra en equilibrio entre la oferta y la demanda, y que va formando un movimiento lateral de las cotizaciones en una banda determinada. Cuando se rompe una de las líneas, soporte o resistencia, se rompe el equilibrio que se había mantenido hasta entonces, y la cotización empieza una carrera alcista o bajista, según se haya roto la resistencia o el soporte. Generalmente son formaciones de consolidación de tendencia, pero su escasa fiabilidad aconseja esperar a que se rompa una de las líneas para tomar posiciones, es decir vender si pierde el soporte o comprar si rompe la resistencia. Como es habitual en las figuras chartistas, la señal de compra o venta se produce cuando las cotizaciones traspasan una de las líneas, en más de un tres por ciento. El volumen debe descender en la formación del rectángulo, y en el caso de que la rotura sea al alza, el volumen debe incrementarse en el momento de la rotura, lo cual nos confirmaría la señal de compra. Por el contrario, si la rotura se produce a la baja, no será necesario que haya incremento de volumen para confirmar la señal de venta. En estas formaciones suelen ser frecuentes los pull backs, antes de producirse el escape definitivo. Para encontrar una explicación lógica a un rectángulo, imaginemos un fuerte grupo de compradores que compra en el nivel del soporte del rectángulo, y otro grupo, igual de fuerte, que vende en la resistencia del mismo. En el medio tenemos el terreno neutro compuesto por pequeños inversores o especuladores a corto plazo. Los dos grandes grupos, compradores o vendedores, disponen del tiempo necesario y las cotizaciones oscilarán en una zona de fluctuación (trading range) durante semanas o meses, hasta que a uno de los grupos se les agote el dinero o el papel. En este momento se ha roto el equilibrio por una de las dos partes y la cotización que ya no se ve frenada por un lado, avanza por este camino, es el escape y el momento de actuar.
La determinación del precio objetivo en un rectángulo es muy simple: la cotización recorrerá una distancia, al alza o a la baja igual o superior a la amplitud del rectángulo, es decir a la distancia entre el soporte y la resistencia.
Por ejemplo el Dow Jones, desde el verano del año pasado ha estado formando un gran rectángulo con el soporte en los 7.600 puntos y la resistencia en los 8.200 puntos. El soporte sólo se perdió en la crisis de sudeste asiático, y debido a la excepcionalidad de aquella caída, carece de relevancia en el análisis chartista. Dado que los rectángulos son figuras de consolidación de tendencia, se debe esperar un escape al alza del Dow Jones, como el actual, que supere los 8.200 puntos y el posterior pull back, con un objetivo alcista en los 8.800 puntos. Pero debido a la escasa fiabilidad de esta figura no se podía descartar una rotura del soporte, con un objetivo bajista en los 7.000 puntos durante su formación. Es decir, se debe esperar a que el Dow Jones rompa definitivamente resistencia para actuar.