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Casi todas las figuras que forman el análisis chartista, tienen una figura invertida, que reproduce simétricamente la figura principal, aunque suele haber pequeñas variaciones secundarias en la forma de las dos figuras y en el volumen de negocio. Lógicamente la figura invertida tiene una proyección contraria a la principal, es decir si el doble suelo es alcista, el doble techo es bajista.
Pero además, hay ciertas diferencias entre dobles suelos y dobles techos. Por ejemplo el segundo valle del doble suelo es generalmente redondeado mientras que el del doble techo igual puede ser puntiagudo que redondeado. El segundo valle del doble suelo se caracteriza igualmente por un volumen de negocio muy bajo, mientras que la subida siguiente al segundo valle va acompañada por un fuerte incremento de volumen.
Una zona de distribución es la zona del chart que se forma al final de un movimiento alcista, cuando los grandes inversores venden lentamente sus títulos a los pequeños inversores que se incorporan al movimiento alcista demasiado tarde y acumulan poco a poco títulos al precio máximo de la tendencia, por lo tanto, es una figura de cambio de tendencia. Se le llama zona de distribución, pues en ella los grandes inversores consideran que los precios han alcanzado un nivel en el que hay que empezar a vender, y distribuyen papel poco a poco a otros inversores que todavía esperan nuevas alzas, y que a veces compran con fuerza, aumentando rápidamente le oferta de los vendedores que están satisfechos con estos niveles para vender. Finalmente los nuevos compradores se dan cuenta que los precios son muy elevados y también ellos venden para limitar las perdidas, y las cotizaciones se desploman.
Pero también es posible, que cuando se observa que las cotizaciones no mantienen ninguna tendencia hacia arriba o hacia abajo, nos encontremos en un movimiento de consolidación lateral, que es una figura chartista de consolidación de tendencia, totalmente opuesta a la zona de distribución. En ambos casos, se encuentran en equilibrio las fuerzas compradoras y vendedoras, y se dice que la cotización esta en situación de no-tendencia. Este equilibrio puede ser momentáneo, o bien mantenerse durante un cierto periodo de tiempo. En situación de no-tendencia, las cotizaciones oscilan entre unos máximos y unos mínimos. Trazando una línea que una los máximos y otra que una los mínimos, obtenemos una banda de fluctuación (trading range).
Dentro de una zona de fluctuación es difícil determinar, mientras dura, si estamos en una consolidación lateral o en una zona de distribución. Estas zonas hay que vigilarlas constantemente, y mientras las cotizaciones se muevan hacia arriba o hacia abajo, sin sobrepasar los limites de la zona de fluctuación (trading range) es mejor no actuar. El momento de compra o de venta se produce cuando la curva de cotizaciones rompe uno de estos niveles de soporte o de resistencia, y escapa fuera de la figura. Si el escape se produce hacia arriba se debe comprar (consolidación lateral), si se produce hacia abajo se debe vender (zona de distribución).
Es la figura opuesta al suelo redondeado, por lo tanto es una figura de cambio de tendencia alcista a tendencia bajista. Se trata de un proceso lento y con volúmenes de contratación muy irregulares, que suele dispararse cuando la curva de cotizaciones ya ha entrado en clara tendencia bajista. De todas formas es habitual que el volumen de negocio adopte la forma de una U, es decir reproduzca de forma inversa la forma de la curva de cotizaciones. Como en todas las figuras chartistas, cuanto mas le cuesta a la curva de cotizaciones dar la vuelta y cuanto mas tiempo tarda en completar la formación de vuelta, tanto mas profunda es la tendencia posterior. Hay techos redondeados, que por su extensión, significan el cambio de una larga tendencia primaria alcista a otra bajista, y otros que por el contrario solo mantienen la tendencia bajista durante unas pocas sesiones. La duración mas o menos larga del tiempo de formación del techo redondeado es fundamental para determinar la profundidad de la proyección bajista de la figura. Además, dada el largo periodo de formación de dichas figuras, es frecuente que un inicio de formación de techo redondeado aborte durante la formación del mismo y no acabe de completarse.
Por ejemplo, el Banco Santander (ver chart), ha iniciado la formación de un techo redondeado, que todavía no esta confirmado y que por lo tanto aun no se debe tener en cuenta. La curva de cotizaciones después de una larga subida, redondeó su trayectoria, y alcanzó con suavidad los máximos históricos de las 8.240 Ptas. y ahora, desde estos máximos, esta descendiendo, también con suavidad, después de romper lateralmente la directriz alcista. El volumen de negocio, aunque se muestra irregular, adopta en líneas generales le forma de U, característica de dichas figuras.
Pero la figura todavía no ha finalizado, por lo que debe esperar a que la cotización siga bajando, de forma suave, hasta que un brusco incremento del volumen de negocio y una rápida aceleración de la caída nos confirme que el techo redondeado ha finalizado y que la curva de cotizaciones esta en fase bajista. De todas formas es muy probable, que el techo redondeado no acabe de formarse y en un momento determinado inicie un escape alcista, superando los máximos de las 8.240 Ptas. En ese momento se debe considerar que el techo redondeado ha abortado definitivamente y olvidar dicha figura.