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No, el chartismo no permite determinar el último día de la tendencia alcista o bajista para adelantarse al cambio y poder vender el último día de la subida, o comprar el último día de la bajada. El chartismo necesita confirmar las figuras o señales que determinan un cambio de tendencia, para lo cual tiene que esperar a que se inicie el ascenso o descenso, para confirmar que esta tendencia tendrá continuidad y comprar o vender con rapidez, para poder aprovechar el resto de la tendencia alcista o bajista.
Por ejemplo en una figura de hombro cabeza hombro, la señal de venta se produce cundo se rompe a la baja la línea de clavícula, línea que esta muy por debajo de los máximos, que están en el pico que conforma la cabeza. Además, se ha de añadir la zona de seguridad del tres por ciento del valor de la cotización, no pudiéndose dar por confirmada teóricamente la rotura hasta que rebasa este nivel.
El chartismo es un sistema gráfico de análisis de tendencias, mediante el cual se puede determinar la tendencia de las cotizaciones, e identificar los movimientos de la curva de cotizaciones cuando se prepara un cambio de tendencia, pero nunca permite determinar la sesión de máxima cotización en las subidas, o la de mínima en las bajadas.
Es una figura chartista, de consolidación de tendencia, que se produce cuando la curva de cotizaciones oscila en movimientos ascendentes o descendentes, siendo estas oscilaciones cada vez menores (excepto en el triángulo invertido, en el que las oscilaciones son cada vez mayores). Estas oscilaciones, permiten dibujar una línea de soporte y otra de resistencia, que coinciden en un punto, formando un triángulo, lo que da nombre a la figura. Se interpreta que es una figura de continuación de la tendencia, aunque en ocasiones puede no serlo, y debido a que esta figura tiene poca fiabilidad, se debe esperar a que la cotización deje el triángulo para actuar.
Las formaciones triangulares, son la expresión de un mercado que se encuentra en equilibrio entre la oferta y la demanda, y que va formando un movimiento lateral de las cotizaciones cada vez más estrecho. Cuando se rompe una de las líneas, soporte o resistencia, se rompe el equilibrio que se había mantenido hasta entonces, y la cotización empieza una carrera alcista o bajista, según se haya roto la resistencia o el soporte. Generalmente son formaciones de consolidación de tendencia, pero su escasa fiabilidad aconseja esperar a que se rompa una de las líneas para tomar posiciones, es decir vender si pierde el soporte o comprar si rompe la resistencia.
Como es habitual en las figuras chartistas, la señal de compra o venta se produce cuando las cotizaciones traspasan una de las líneas en más de un tres por ciento. El volumen debe descender a lo largo de la formación del triángulo, y en el caso de que la rotura sea al alza, el volumen debe incrementarse en el momento de la rotura, lo cual nos confirmaría la señal de compra. Por el contrario, si la rotura se produce a la baja, no será necesario que haya incremento de volumen para confirmar la señal de venta.
Para encontrar una explicación lógica a un triángulo, imaginemos un fuerte grupo de compradores que compra en el nivel del soporte del triángulo, y otro grupo, igual de fuerte, que vende en la resistencia del mismo, los vendedores tienen prisa en vender porque piensan que la subida ya se acabo y los compradores tienen prisa en comprar, porque piensan estar cerca de una reacción técnica dentro de un movimiento alcista, una reacción que puede terminarse de un momento a otro y que conviene aprovechar. Los nervios inducen a los compradores a aceptar un precio cada día mas alto por miedo a perderse la subida. A su vez el miedo de los que no han podido vender en la punta anterior mueve a los vendedores a aceptar un precio cada vez menor. En el chart lógicamente veremos que las oscilaciones y la distancia entre el bloque vendedor y el bloque comprador se hacen cada vez más pequeñas. Uniendo en el chart los picos entre sí y haciendo lo mismo con los valles, veremos claramente la figura del triángulo, que puede tener las formas mas variadas. La curva de cotizaciones se mueve dentro de los limites del triángulo, hasta que a uno de los grupos se les agote el dinero o el papel. En este momento se ha roto el equilibrio por una de las dos partes y la cotización que ya no se ve frenada por un lado, avanza por este camino, es el escape y el momento de actuar.
Los triángulos se pueden clasificar, según su forma, en triángulos simétricos; triángulos invertidos; triángulos ascendentes y triángulos descendentes. Los triángulos invertidos son una formación atípica dentro del grupo y los trataremos en otro momento. Los triángulos simétricos, están formados por máximos cada vez más bajos y mínimos cada vez más altos. El volumen debe tender a descender mientras se está formando la figura y debe incrementarse si se produce una rotura alcista, en cambio si la rotura es bajista el volumen es menor. De este modo, se van formando dos líneas, una descendente y otra ascendente que deben unirse en un teórico vértice. Para que la figura tenga la máxima fiabilidad, el escape se ha de producir antes de que se cubran los 2/3 de la distancia hasta el vértice desde la formación del triángulo, pues sobrepasada esta distancia la figura degenera en un movimiento lateral sin tendencia. Los triángulos ascendentes tienen la resistencia horizontal, y suelen tener una rotura alcista, por el contrario los triángulos descendentes tienen el soporte horizontal y suelen romper a la baja. De todas formas, en todos los casos se ha de esperar la rotura para confirmar la tendencia.
Por ejemplo, Acerinox (ver chart), presenta en su curva de cotizaciones, un triángulo ascendente, un triángulo descendente y un triángulo simétrico.