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Son un caso particular de las banderitas, y como ellas son figuras de consolidación de tendencia con una duración bastante corta ya que suelen durar como máximo dos o tres semanas. Los estandartes suelen formarse en tendencias alcistas, y se componen de una subida brusca y con un fuerte volumen (el mástil), y una bandera, solo que no está delimitada por dos líneas paralelas, si no por dos líneas que se estrechan formando un pequeño triángulo (el estandarte). Se trata de un descanso de las cotizaciones, y al final la cotización se dispara frecuentemente de nuevo al alza.
Los estandartes, al igual que las banderitas, tienen dos fases perfectamente delimitadas. En una primera fase se forma el mástil del estandarte: las cotizaciones suben con gran celeridad, a la vez que el volumen de cotización tiene grandes incrementos. Las órdenes de compra superan con claridad a las órdenes de venta, y el abundante papel que sale al mercado es fácilmente absorbido por el dinero, la cotización sube casi verticalmente hasta que finalmente las realizaciones de beneficios acaban deteniendo el empuje alcista. En la segunda fase, se forma el estandarte propiamente dicho y el volumen desciende notablemente. Por último, en el escape hacia arriba, que confirma la figura, hay una gran cantidad de volumen de negocio, lo cual a su vez puede servir para confirmar la fiabilidad de la rotura.
Los triángulos son formaciones chartistas muy habituales y fáciles de encontrar, aunque su fiabilidad es reducida. Son figuras de confirmación de tendencia, aunque en algunas ocasiones determinadas marcan un cambio de tendencia. Todos los triángulos se producen cuando la curva de cotizaciones oscila en movimientos ascendentes o descendentes, siendo estas oscilaciones cada vez menores. Estas oscilaciones, permiten dibujar una línea de soporte y otra de resistencia, que coinciden en un punto, formando un triángulo. Para que la figura tenga fiabilidad debe quedar definida por, al menos, cuatro puntos de contacto (dos máximos y dos mínimos), y la figura ha de ser traspasada por la cotización antes de que cubra los 2/3 de la distancia hasta el vértice desde la formación del triángulo. Si no ocurre así, la fiabilidad de la rotura es mínima.
Se llama volumen de negocio, al nÚmero de acciones negociado en una sesión. El volumen tiene una gran importancia en el análisis chartista y constituye un complemento importantísimo en el análisis de las figuras chartistas. Para interpretar el volumen se ha de tener en cuenta las siguientes interpretaciones:
El incremento de la cotización de un título, acompañado de un aumento del volumen, significa que la tendencia alcista continuará. En realidad, el dato del volumen aporta información sobre la fortaleza o debilidad de la tendencia dominante. Así una tendencia bajista tiene mucha más fuerza si va acompañada por un aumento del volumen. Por el contrario, si los movimientos del mercado van acompañados por un volumen escaso, querrá decir que esos movimientos no sólo son de escasa magnitud, sino que además también serán de una duración reducida.
Cuando el volumen es escaso y el precio toca el nivel de soporte, quiere decir que están disminuyendo las operaciones de venta, lo que a su vez significa que se está iniciando un movimiento alcista cerca del soporte. Por el contrario si hay poco volumen y la cotización se aproxima al nivel de resistencia, quiere decir que hay pocos compradores en estos niveles y consecuentemente se iniciara próximamente una tendencia bajista.
Es una figura rápida de cambio de tendencia muy corta que se inicia y finaliza en una sola sesión. Tiene el siguiente desarrollo: en la sesión anterior al de formación de la figura, las cotizaciones suben con fuerza y cierran en el alto de la sesión; en el día clave las cotizaciones empiezan muy fuertes y hacen un nuevo máximo, incluso mas alto que la sesión anterior, pero luego al cierre flojea y cierra cerca de los mínimos del día, y en todo caso por debajo del cierre anterior. El volumen ha de ser muy fuerte, indicando las ventas masivas de algunos inversores, que inicialmente son neutralizadas por el dinero, aunque finalmente se impone el papel. Se trata de una figura que solo tiene consecuencias a muy corto plazo, ya que la figura se produce en un solo día o sesión. Se suele producir en títulos que sufren fuertes ataques especulativos de los compradores que acumulan el papel en los días previos a la figura y que venden de golpe cuando han conseguido los objetivos de propuestos, dejando todo el papel en manos de los que se han sumado tarde al movimiento especulativo. Esta figura suele tener lugar al comienzo de otras formaciones técnicas más completas y además proporciona una importante guía acerca del probable desarrollo de la tendencia. Por otro lado constituye un aviso urgente para vigilar de cerca el chart donde se haya producido esta figura. Otra figura semejante, que pertenece al mismo grupo de figuras, es el islote, aunque su duración es un poco superior a la vuelta en un día.
Por ejemplo Picking Pack (ver chart), ha formado recientemente dos figuras de vuelta en un día. La primera, inmediatamente después de su ampliación de capital del mes de enero, ya que tuvo una rápida recuperación desde los mínimos de las 70 Ptas. que finalizó en una vuelta en un día justo el último día de enero, con un elevado volumen de cotización. Después se produjo el esperado recorte de las cotizaciones y a finales del mes de marzo se produjo una nueva alza que finalizo igualmente con una nueva figura de vuelta en un día, aunque esta vez el volumen de negocio fue menor. Esta segunda figura también produjo un fuerte movimiento de retroceso de las cotizaciones. Picking Pack por su carácter de título fuertemente especulativo es muy susceptible de sufrir estas figuras, y probablemente tenga otras en el futuro próximo.