Las acciones de Air France-KLM han caído un 11,74% en la Bolsa de París, después de que Holanda se hiciera ayer con el 12,68% del capital del grupo, convirtiéndose el Estado holandés en su segundo mayor accionista por detrás del 14% que ostenta el Gobierno francés en la compañía aérea. Se trata de su mayor caída en el mercado desde el año 2012, en el que se fusionó con KLM.
Air France-KLM cerró 2018 con un beneficio neto atribuido de 409 millones de euros, lo que supone multiplicar por 2,5 veces las ganancias contabilizadas un año antes, pese al impacto negativo de las huelgas registradas en el primer semestre, que cifró en 335 millones de euros.