El sector eléctrico va a ser uno de los que más vea cambiar su futuro si el acuerdo sellado este lunes por PSOE y Unidas Podemos se plasma en una nueva legislatura. De entrada, ambos partidos hablan de un “Plan de Reforma del Sistema Eléctrico” con el se afrontaría "la descarbonización y unos precios asequibles para el consumidor y las empresas”. Y, para conseguirlo, no mencionan la creación de una eléctrica pública, como planteaba la formación encabezada por Pablo Iglesias en su programa electoral. En cambio, sí incluyen un nuevo modelo de bono social eléctrico y también gasista.
Dos factores van a condicionar el futuro más inmediato de los grandes grupos energéticos, como Iberdrola, Endesa, Naturgy o Repsol. Por un lado, que todos ellos han acelerado su apuesta por las energías renovables como palanca clave para construir su estrategia a futuro. Por otro, que en España van a tener que convivir en los próximos años con la nueva regulación planteada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), de la que aún quedan flecos pendientes y que, en algunos casos, puede suponer un golpe para las cuentas de las compañías afectadas.