A la vista del gráfico semanal de los títulos de Melía Hotels, podemos ver cómo las caídas de las últimas semanas encajan a la perfección dentro de lo que es un simple ‘pull back’ a la zona de resistencia, antes soporte, que presenta en la base del antiguo canal bajista. Lo que deja la puerta abierta a que, desde aquí, poco a poco, pueda retomar la fase correctiva.
Llama la atención que este título era la principal apuesta de muchos de los analistas durante 2018. Técnicamente, la tendencia correctiva sigue intacta y apunta hacia los mínimos de 2016 en los siete euros.
Meliá empieza la semana como acabó la anterior: con las dudas sobre el rumbo del turismo hundiendo su cotización. Que el gigante Thomas Cook mostrara abiertamente su preocupación por España como destino -y por Canarias, en particular- no sentó bien a la hotelera española, pero este lunes se ha llevado otra estocada a dos semanas de presentar sus resultados de 2018: la primera insinuación de que es mejor desprenderse de sus acciones.