Hay aspectos positivos en el sector energético europeo, según RBC, que van desde la aceleración de la inversión al avance de la transición energética. Sin embargo, el aumento de los tipos de interés, la competencia, la presión sobre los rendimientos de los bonos y el riesgo político son aspectos negativos a vigilar. Es por ello que desde la entidad han actualizado sus valoraciones respecto a las acciones europeas, incluidas las españolas.