El Gobierno español anunció este miércoles que prorrogará el impuesto a la banca en 2024, de forma que mantendrá el gravamen del 4,8% de los ingresos típicos (Margen de Intereses & Comisiones) del sector. De este modo, el impuesto, que inicialmente era temporal y estaba diseñado para 2022 y 2023, también se aplicará al próximo ejercicio.
2024 se presenta como el año de la suavización de la política monetaria. Tras dos años de firme y constante endurecimiento, los bancos centrales parecen dispuestos a bajar los tipos de interés en 2024… aunque no todos por igual. La Reserva Federal (Fed), por ejemplo, se ha mostrado más favorable que el Banco Central Europeo (BCE) o que el Banco de Inglaterra (BoE), aunque los analistas parecen tener claro que los grandes supervisores darán un giro de 180 grados, como tarde, en la segunda mitad del año. En este escenario, ¿merece la pena apostar por los valores bancarios?