Los fabricantes de chips han registrado una importante caída en bolsa desde mediados de julio, impulsada principalmente por la rotación del sector y agravada por los temores en torno a las restricciones relacionadas con China y las preocupaciones sobre la demanda de inteligencia artificial (IA). Con todo, las perspectivas de crecimiento siguen siendo positivas y los expertos confían en una evolución favorable de las cotizaciones de la industria de semiconductores.