seguros de vida

Lo primero que conviene aclarar es qué son los seguros de vida. Nos referimos a éstos cuando hablamos de pólizas que entran dentro de los denominados seguros para personas. Básicamente, consisten en el pago de una cuota que se acuerda con anterioridad para que, en el caso de que esa persona resulte perjudicada en modo alguno y cuente con una incapacidad o fallezca, el beneficiario cuente con una cuantía, a modo de herencia, que supla los ingresos con los que se contaba, de forma habitual, por parte de esa persona. La cuantía que paga el asegurado se decide en función de la cantidad que se quiera recibir en el caso de quedar impedido o de lo que se quiera dejar a los beneficiarios en caso de su muerte.

En caso de fallecimiento, si no se ha designado a nadie en particular, el seguro lo reciben los herederos legales

Respondiendo a la pregunta inicial sobre quién es el beneficiario de un seguro de vida hay que aclarar que cuando se contrata un seguro de este tipo se puede o no designar al o a los beneficiarios. Esto quiere decir que, en caso de fallecimiento, si no se ha designado a nadie en particular, el seguro lo reciben los herederos legales de la persona que contrató el seguro. Es habitual, por otra parte, que sí que se designen a los beneficiarios y, en este caso, la ley prevé dos formas de hacerlo: se puede incluir en la misma póliza o bien se puede declarar en el testamento y bajo notario. Lo recomendable es citarlos nominalmente para evitar problemas en el futuro.

Lo que ocurre de no haber asignado ningún beneficiario concreto es que acarrea bastante más papeleo porque, para empezar, hay que liquidar el denominado impuesto de sucesiones y hay que acudir al notario para presentar la designación de los herederos que correspondan.

POR QUÉ CONTAR CON UN SEGURO DE VIDA

Los seguros de vida tienen como objetivo principal asegurar el bienestar de las personas más queridas, en caso de que algo ocurra

Los seguros de vida tienen como objetivo principal asegurar el bienestar de las personas más queridas, en caso de que algo ocurra. Es una solución para poder estar tranquilos en este sentido y, además, se puede conseguir sin tener que sacrificar en modo alguno el presente, ya que se pueden contratar por cantidades muy asequibles. De hecho, se pueden emplear comparadores online para ver qué empresa ofrece las mejores condiciones y las tarifas más económicas para no gastar de más. El trámite en este sentido es de lo más sencillo, ya que sólo hay que rellenar un breve formulario.

Nadie quiere pensar en que algo le vaya a ocurrir a un miembro de la familia, ni mucho menos tener que plantearse cuestiones económicas, pero la realidad es que si algo pasa son muchos los que pueden quedar desprotegidos. De acuerdo con Unespa (Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras), durante el pasado año cerca de 55.000 familias en España fueron beneficiarias de una indemnización, lo que se traduce en que todas esas personas contaron con un respaldo frente a una situación que, de por sí, era difícil.

La contratación de un seguro de vida se puede hacer, cómodamente, a través de Internet y no hay que esperar a tener una edad en concreto para hacerlo. Tan sólo hay que observarlos como una medida de precaución que garantiza el bienestar propio y de quienes se tiene cerca.

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