Las peticiones semanales de desempleo en EEUU ascendieron hasta las 218.000 en la semana del 14 de mayo desde las 197.000 registradas en la semana anterior (revisadas a la baja desde 203.000), según los datos publicados por el Departamento de Trabajo estadounidense. Esta cifra se ha situado sensiblemente por encima de las previsiones del consenso, que anticipaban 200.000.
Por estados, los mayores incrementos se dieron en California (+3.046), Ohio (+772), Texas (+452), Arkansas (+393) e Iowa (+337), mientras que los mayores descensos se produjeron en Nueva York (-9.899), Kentucky (-1.479), Indiana (-1.341), Florida (-746) y Massachusetts (-615).
La media móvil de las últimas cuatro semanas se situó en 199.500 peticiones, un aumento de 8.250 respecto a las 191.250 de hace siete días (revisadas a la baja desde 192.750).
En positivo, las solicitudes de prestaciones regulares cayeron a su nivel más bajo desde diciembre de 1969: hasta 1.317.000, desde las 1.342.000 registradas la semana pasada (revisadas a la baja desde 1.343.000) y por debajo de las previsiones del consenso, que estimaban unas 1.320.000 para estos últimos cinco días.
VALORACIONES DE LOS EXPERTOS
Los analistas de Oxford Economics no creen que, pese a que "la escasez de mano de obra sigue siendo un problema persistente", los despidos sean generalizados, "aunque la pérdida de puestos de trabajo en el sector tecnológico parece estar aumentando."
"Por lo tanto, es poco probable que se produzca un repunte en las solicitudes iniciales, aunque 200.000 pueden ser el nivel mínimo para las solicitudes iniciales en el futuro", añaden.
En cuanto a las prestaciones continuas, estos expertos creen que se mantendrán cerca de los niveles actuales, "ya que el crecimiento del empleo continúa y más trabajadores vuelven al mercado laboral".
ÍNDICE DE LA FED DE FILADELFIA
Por otra parte, el índice manufacturero de la Fed de Filaldefia ha bajado en mayo hasta 2,5 desde 17,6 y se ha situado muy por debajo del 16 esperado. Desde Pantheon Macroeconomics, destacan sobre todo la caída en los planes de gasto en capital.
"Podría ser solo ruido, o una reacción temporal al aumento de los precios de la energía, pero si se mantiene y se replica en todo el país, enviaría una señal clara de una posible disminución de las inversiones a nivel general", añaden.
