El Partido Republicano ha presentado este viernes una moción de censura a los representantes Liz Cheney y Adam Kinzinger por unirse a la investigación del Congreso sobre los esfuerzos del entonces presidente Donald Trump para, supuestamente, anular las elecciones de 2020, calificando el ataque del 6 de enero en el Capitolio de "discurso político legítimo".
Según 'Reuters', Cheney y Kinzinger votaron a favor de la destitución de Trump por un cargo de incitación a la insurrección tras el motín del 6 de enero del 2021 en el Capitolio y son los únicos republicanos que participan en la investigación del ataque en la Cámara de Representantes.
El Comité Nacional Republicano aprobó el viernes una resolución en la que ha reprendido a Cheney y Kinzinger por su participación en el comité selecto del 6 de enero, acusándolos de "participar en una persecución liderada por los demócratas de ciudadanos ordinarios que participan en un discurso político legítimo."
La resolución ha sido aprobada en una votación en la que los votos a favor fueron abrumadores, con un puñado de votos en contra, según los periodistas presentes en la reunión.
La medida mantiene que las acciones de los representantes han perjudicado los esfuerzos de los republicanos por recuperar la mayoría en el Congreso y ha establecido que el comité "dejará inmediatamente de apoyarlos" como miembros del partido, pero no pide su expulsión del partido, como se propuso inicialmente.
"Los líderes del Partido Republicano se han convertido en rehenes voluntarios de un hombre que admite que trató de anular una elección presidencial y sugiere que perdonaría a los acusados del 6 de enero, algunos de los cuales han sido acusados de conspiración sediciosa", ha declarado Cheney, en referencia a los cientos de partidarios de Trump acusados de varios delitos en el violento ataque. Los republicanos de la Cámara de Representantes expulsaron en mayo a Cheney de sus filas de liderazgo como castigo por repudiar las falsas afirmaciones de Trump sobre unas elecciones robadas.
Cuatro personas murieron el 6 de enero, y un agente de la Policía del Capitolio murió al día siguiente. Unos 140 policías resultaron heridos.
Kinzinger, que no se presenta a la reelección, ha declarado que ha sido un republicano conservador desde antes de que Trump entrara en política. Prometió seguir "trabajando para combatir la matriz política que nos ha llevado a este punto".
