- La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas también aseguró que la diplomacia está funcionando
Sigue la escalada verbal entre EEUU y Corea del Norte. El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, ha asegurado este lunes que hay opciones militares sobre la mesa para aplicar a Corea del Norte que no expondrían a Corea del Sur al peligro de un contraataque importante. Ante la pregunta de la prensa de si hay opciones militares que no pongan en grave peligro a Seúl, Mattis ha contestado: "Sí, las hay, per no voy a entrar en detalles.
Estas declaraciones llegan después de que la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, haya amenazado este domingo a Pyongyang con devastadoras consecuencias en caso de que realice un ataque. "Si Estados Unidos o sus aliados se tienen que defender en alguna forma, Corea del Norte será destruida", señaló la representante estadounidense.
En declaraciones en el programa State of the Union de la CNN, Haley ha dicho sentirse moderadamente optimista acerca de que el conflicto con el líder norcoreano Kim Yong-un pueda resolverse de forma pacífica, y ha asegurado ver indicios de que Pyongyang está reaccionando ante las últimas sanciones. Mattis, por su parte, ha asegurado que la diplomacia y las sanciones están siendo efectivas como forma de presión contra el régimen de Pyongyang.
Corea del Norte ha llevado a cabo en los últimos años numerosas pruebas nucleares y balísticas -la última de ellas un ensayo nuclear el 3 de septiembre- que se han traducido en un endurecimiento del régimen de sanciones internacionales, lo que no ha servido para disuadir a Kim Jong Un.
TENSIÓN EN SIRIA
Por otra parte, Mattis se ha referido al reciente bombardeo ruso sobre posiciones de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición de milicias kurdo-árabes apoyada por Estados Unidos. En el ataque resultaron heridos nueve miembros de las FDS y había asesores internacionales en la zona, ilesos. Mattis ha asegurado que el incidente está siendo tratado al más alto nivel.
Mattis ha destacado que hasta ahora las vías de comunicación entre Washington y Moscú habían evitado incidentes así, pero lo ocurrido el sábado en Deir Ezzor supone un punto de inflexión. "Si te fijas en los hechos ahora hay un cambio. Como se pueden imaginar (esta cuestión) está en las más altas esferas", ha explicado.
El domingo Rusia rechazo las acusaciones de las FDS y Estados Unidos y dijo que sus ataque fueron sobre milicianos del Estado Islámico y tras haber informado con mucha antelación de sus planes operativos.