Unos 10.000 soldados de la Guardia Nacional de Estados Unidos se han desplegado en Washington hasta el domingo para asegurar el área del Capitolio y evitar así otra oleada de disturbios violentos como el ocurrido hace unos días con centenares de seguidores de Donald Trump asaltando las cámaras del Congreso estadounidense.
Varios centenares de esos soldados fueron acuartelados en el interior del Capitolio, donde tuvieron que dormir en los suelos y pasillos, dejando unas imágenes que no se recordaban desde 1865 provocadas por la Guerra Civil.