El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado que EEUU revocará el estátus de “nación más favorecida” de Rusia, uno de los principios fundamentales del comercio internacional por el que vela la Organización Mundial del Comercio (OMC), uniéndose a los aliados occidentales en una acción coordinada para castigar aún más a Moscú por la guerra en Ucrania. “Será otro duro golpe para Rusia”, ha explicado el presidente estadounidense.
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La retirada de esta condición a Rusia permitiría a Estados Unidos y a sus aliados imponer aranceles más altos a algunas importaciones rusas.
Asimismo, Biden ha anunciado que el país norteamericano va a prohibir las importaciones de alcohol y marisco rusos, en un intento de la Casa Blanca de endurecer el castigo por la invasión de Ucrania por parte de Moscú.
La medida afecta sólo a una fracción de las importaciones estadounidenses desde territorio ruso, pero se dirige a productos característicos y emblemáticos del país presidido por Vladimir Putin como son el vodka y el caviar. Asimismo, el 46º presidente pidió a los legisladores nacionales que despojen al país de su estatus comercial preferente durante sus declaraciones del viernes en la Casa Blanca.
Puede consultar aquí el directo especial de 'Bolsamanía' sobre la guerra.
SE SUMA A LA PROHIBICIÓN DE IMPORTAR PETRÓLEO
Durante la tarde del martes, Estados Unidos anunció la prohibición a las importaciones del gas y del petróleo rusos, una medida que también llevará a cabo Reino Unido de forma gradual.
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"Este es un paso que hacemos para infligir más daño a Putin, pero tendrá un coste para EEUU. Seré sincero, va a tener un coste. Republicanos y demócratas entendemos eso, pero tenemos que hacerlo", ha añadido. De hecho, ha sido claro al hablar de que los precios de la gasolina subirán.
En este sentido, el Gobierno estadounidense liberará 30 millones de barriles de las reservas estratégicas, la mitad de los 60 millones de barriles que se pondrán en circulación a nivel mundial.
Este paso adelante de Estados Unidos ha sido aplaudido por el Instituto del Petróleo Americano (API, por sus siglas en inglés), que en un comunicado ha mostrado su apoyo al Gobierno liderado por Biden. "Compartimos el objetivo de reducir la dependencia de fuentes de energía extranjeras e instamos a los legisladores a promover el liderazgo energético estadounidense y expandir la producción nacional para contrarrestar la influencia de Rusia en los mercados energéticos mundiales”, recoge el escrito que han publicado.
