El control del Senado de Estados Unidos sigue en el aire. Todavía faltan por conocerse los ganadores en tres estados clave, que son Arizona, Nevada y Georgia. Por el momento, los demócratas controlan 48 asientos y los republicanos 48. Hasta el momento, los demócratas controlaban el Senado por el voto de calidad de la vicepresidenta, Kamala Harris.
En Arizona, todavía faltan por contarse cientos de miles de votos, una situación similar a la de Nevada, donde el recuento no ha finalizado.
La situación es aún más incierta en Georgia, donde tendrá que celebrarse una segunda vuelta el 6 de diciembre entre el senador demócrata Raphael Warnock y el republicano Herschel Walker.
Para mantener el control del Senado, los demócratas necesitan lograr 50 escaños por el voto de calidad de Harris, mientras que los republicanos, al no contar con ese voto de calidad, necesitan conseguir 51 escaños.
En la Cámara de Representantes, la situación es más favorable para los republicanos, aunque tampoco se ha cerrado el control de esta cámara. Los republicanos necesitan 218 escaños y hasta el momento han conseguido 208. Los demócratas han conseguido 185 escaños.
"Independientemente de lo que muestre el recuento final de estas elecciones, y todavía hay algunos recuentos, estoy preparado para trabajar con mis colegas republicanos", ha señalado Joe Biden. "Creo que el pueblo estadounidense ha dejado claro que espera que los republicanos estén preparados para trabajar conmigo también", ha añadido el presidente americano.
Por su parte, los expertos de Julius Baer afirman que "ahora parece más probable un Congreso dividido que una victoria republicana. Ambos se consideran favorables al mercado, ya que reducen el alcance de la política fiscal del presidente Biden".
