Los riesgos políticos han dado una pequeña tregua en este inicio de año para acaparar toda la atención de los mercados partir de este martes, cuando se celebran las elecciones al senado del Estado de Georgia en EEUU. Los dos asientos en la cámara alta estadounidense determinarán en gran medida quién obtendrá el control del Congreso estadounidense, lo que allanará el camino a la presidencia de Joe Biden o pondrá palos en las ruedas a medidas tan vitales para los inversores como el paquete de estímulos fiscales que espera el país para hacer frente a la galopante crisis económica del Covid. Con un estrecho margen en las encuestas para los demócratas, analistas y observadores auguran un farragoso proceso hasta conocer el nombre de los nuevos senadores que llenará de incertidumbre a los operadores.
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Trump presiona al gobierno de Georgia para que "busque" votos a su favorLos demócratas deben hacerse con las dos sillas en liza si quieren disfrutar de la más mínima mayoría posible en la cámara alta (50 de los 100 escaños disponibles pero con el voto decisivo del vicepresidente, frente a los 46 que poseen ahora -los otros dos son de independientes-). Esta victoria les daría, además, control de los tres cuerpos legislativos del país. En cambio, el no hacerse con uno o ambos escaños, “desafiaría las esperanzas del partido de Biden de poder continuar con su agenda fiscal, lo que probablemente haría que la curva se aplanara a medida que las epectativas de un impulso del sector público a la demanda se reducen”, señalan los analistas de Rabobank.
En cambio, con 50 escaños y el voto de la vicepresidenta electa, Kamala Harris, que es la presidenta de la Cámara alta, hay plenas garantías de que “se subirán rápidamente los subsidios por desempleo de 600 a 2.000 dólares, y que los paquetes de ayudas para las infraestructuras se aprobarán por la vía rápida en el primer trimestre”, indica Stephen Innes, analista de Oanda. Por la misma razón, las expectativas de apoyo de los bancos centrales (especialmente a través de una posible extensión de las compras de activos), decrecen con una doble victoria demócrata. Por el contrario, “aumentaría el riesgo de una mayor actividad de la Reserva Federal (Fed)”, si se mantienen el control de los republicanos, agregan por su parte desde Rabobank.
La Cámara Alta en Estados Unidos tiene la potestad de aprobar nuevas leyes, que para salir adelante deben contar con mayorías en ambas cámaras. También tiene la última palabra sobre nombramientos de los integrantes del gabinete presidencial, jueces del Supremo y tribunales federales y puede ejercer como jurado si el presidente es sometido a un juicio político o impeachment, como ocurrió con Trump el pasado mes de febrero a instancias de los demócratas.
Los sondeos, por ahora, auguran un estrecho margen para los candidatos demócratas, de apenas tres puntos de media de ventaja de los aspirantes demócratas Jon Ossoff y Raphael Warnock por encima de los republicanos David Perdue y Kelly Loeffler. Esta escasa ventaja es motivo de preocupación para los expertos, ya que una victoria ajustada en cualquiera de los dos escaños bien podría ser objeto de impugnación legal. En cualquier caso, casi nadie apuesta porque el resultado sea claro en la madrugada del miércoles y, en cambio, se envían mensajes alerta desde las principales casas de análisis de que el conteo y reconteo de las papeletas podría durar días.
Con todo, “un triunfo republicano debería ser positivo para el mercado inicialmente, con la subida de las acciones y la caída del dólar estadounidense, ya que los mercados financieros celebrarán, aunque egoístamente, el alivio del impuesto sobre la renta”, señala Jeffrey Halley, analista de Oanda. Por el contrario, una victoria demócrata debería tener precisamente el efecto contrario. “Cualquier venta de acciones después de una victoria demócrata no debería durar más de unos pocos días, ya que el dinero ilimitado al 0% de la Reserva Federal lo contrarresta todo”, agrega el experto.