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La Administración estadounidense ha respondido con contundencia al asalto al Capitolio que se ha saldado con cinco muertos -el último un policía- y varios heridos. Por un lado, ha desencadenado una serie de dimisiones y renuncias en cascada y, por otro, ha provocado un debate interno sobre la destitución de Donald Trump, que debe abandonar el Despacho Oval el 20 de enero y pasarle el testigo al presidente electo, Joe Biden.

Legisladores de ambos partidos, editoriales periodísticas y la Asociación Nacional de Manufacturas de EEUU apelan, para tales efectos, a la enmienda 25 de la Constitución. Esta contempla que el vicepresidente y una mayoría del gabinete pueden decidir que el presidente es “incapaz de cumplir con los poderes y deberes del cargo”.

Según varios medios, los secretarios del Tesoro y de Estado, Steven Mnuchin y Mike Pompeo, se hallan entre los miembros del Congreso y de la Administración que presionan al vicepresidente, Mike Pence, para que haga uso de dicha enmienda. Este jueves, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, también ha instado al vicepresidente a que tome cartas en el asunto.

En paralelo, una cascada de altos cargos han presentado su renuncia a raíz de los disturbios del 6 de enero, cuando una caterva de asaltantes tomó la sede del Congreso estadounidense. La materialización de estas semanas de retórica conspirativa por parte de Trump en el asalto contra el Capitolio ha llevado a revelar las grietas en el seno de su Gobierno y se ha visto traducida en una serie de dimisiones de altos cargos de la Administración, incluida la de la secretaria de Transportes, Elaine Chao, que se ha convertido en el primer miembro del gabinete en presentar su renuncia.

La dimisión de Chao, que está casada con el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, se hará efectiva este lunes, según ha detallado ella misma en un comunicado difundido a través de su cuenta de Twitter, donde ha garantizado que su equipo ayudará a su sucesor, Pete Buttigieg, en la transición. El consejero adjunto de Seguridad Nacional, Matt Pottinger, también ha presentado su dimisión Asimismo, en las últimas horas han dimitido la secretaria social de la Casa Blanca, Anna Cristina Niceta, y Stephanie Grisham, jefa de gabinete de la primera dama de Estados Unidos, Melania Trump.

Por su parte, la secretaria adjunta de prensa de la Casa Blanca, Sarah Matthews, se ha sumado a la lista de personas que se despiden de la Casa Blanca, algo que también ha hecho Mick Mulvaney, antiguo jefe de gabinete de Trump y actual enviado a Irlanda del Norte. También el subsecretario adjunto de Inteligencia y Seguridad del Departamento de Comercio, John Costello, ha presentado su dimisión tras lo sucedido, según ha confirmado la CNN.

¿SEGUIRÁN ADELANTE CON LA DESTITUCIÓN?

Estas dimisiones, junto con las condenas por parte de personas cercanas a Trump, incluido el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, reflejan el creciente malestar en el Gobierno estadounidense. Con todo, los argumentos en contra de seguir adelante con la 25ª enmienda, según tres fuentes citdas por CNBC, eran múltiples. En primer lugar, se estimó que el proceso legal en sí mismo duraría más de una semana, lo que anularía cualquier efecto inmediato que pudiera tener.

En segundo lugar, no estaba claro si los tres secretarios que desempeñaban funciones de "actuación" sin la confirmación del Senado podrían emitir un voto. En tercer lugar, les preocupaba que el hecho de obligar a Trump a abandonar su cargo pudiera avivar aún más las tensiones entre su base y convertirlo en un héroe de la extrema derecha, haciendo más mal a largo plazo que bien a corto plazo.

"El plan general ahora es dejar que el reloj se agote", dijo un ex funcionario superior de la administración consciente de los debates. "Habrá un ajuste de cuentas para este presidente, pero no es necesario que ocurra en los próximos 13 días".

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