En vísperas de se cumplan los primeros 100 días del Gobierno de Joe Biden, desde su toma de posesión el 20 de enero de 2021, las estrategias y prioridades del Ejecutivo estadounidense se han enfocado especialmente en paliar los efectos devastadores de la pandemia en la economía, con la puesta en marcha de uno de sus proyectos más ambiciosos: el Plan de Empleo Americano.
Este Plan plantea el mayor desembolso estatal desde la II Guerra Mundial. En concreto, se destinará el equivalente al 10% de su PIB, 2,3 billones de dólares, al gasto en infraestructuras con el objetivo de crear en la próxima década 19 millones puestos de trabajo.
El 46º presidente de Estados Unidos ha especificado que el elevado coste de este Plan de inversión se sufragará durante los próximos 15 años gracias a una serie de subidas de impuestos a empresas y eliminación de exenciones y bonificaciones fiscales.
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Yellen pide unir fuerzas y crear un impuesto mínimo global para las corporacionesEntre estas subidas, es posible que se encuentre el incremento del impuesto corporativo del 21% actual (fruto del recorte histórico de la Administración de Donald Trump en 2017) a un 28% anunciado por el Ejecutivo de Biden. Además, el líder estadounidense también pretende incrementar el tipo impositivo sobre las ganancias de capital al 39,6% para los estadounidenses que ganan un millón de dólares al año o más, frente al tipo actual del 20%. Algunos ciudadanos más ricos verían aumentar sus tipos hasta el 43,4%.
Entre las inversiones que tiene previsto acometer la Administración Biden se encuentra llevar a cabo una transición hacia una economía de bajas emisiones de carbono y mejorar la calidad general de las infraestructuras tras décadas de desinversión en áreas críticas como carreteras, puentes, sistemas de agua y red eléctrica.
"Sin embargo, el plan va más allá, ya que la pandemia ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del empleo, con más de 9.000 millones de puestos de trabajo perdidos, y la fragilidad del sistema sanitario, que amenaza la estabilidad económica de muchas familias estadounidenses. Invertir en el futuro es sin duda una prioridad para Biden", explica Pascal Dudle, responsable de Listed Impact de Vontobel AM.
El Plan se enfrenta ahora a un duro debate en el Congreso, y necesitará el apoyo total del Partido Demócrata ya que la financiación a partir de mayores impuestos a las empresas y grandes fortunas se encontrará con la resistencia de los republicanos.
"Aunque se podría argumentar que la perspectiva de una subida de impuestos nunca es bienvenida, y una duplicación de un tipo impositivo clave (a las grandes fortunas) todavía más, la probabilidad de que algo de esta naturaleza sea aprobado por un Congreso dividido en partes iguales se encuentra en algún punto entre lo escaso y lo imposible. (...) La realidad es que los impuestos pueden subir, pero no tanto como se dice", opina Michael Hewson, director de análisis de CMC Markets.
APOSTAR POR LAS RENOVABLES
El Plan de la administración de Biden va más allá de la reparación de viejas infraestructuras: pretende ofrecer equidad social a las comunidades desfavorecidas y contribuir a una economía más ecológica.
La propuesta incluye una prórroga de 10 años de los créditos fiscales a las renovables y un posible aumento de las redes eléctricas. "Esto es un buen presagio para las empresas eólicas y solares, y otros detalles apuntan a un apoyo financiero para el desarrollo del almacenamiento de energía, la captura y retención del carbono, células de combustible y la infraestructura de los vehículos eléctricos", explica Dudle.
La propuesta de Biden también incluye el apoyo a las comunidades más vulnerables frente a los desastres relacionados con el clima. Los esfuerzos de resiliencia se centran en la red eléctrica, los sistemas de alimentación, las infraestructuras urbanas, la salud y los hospitales comunitarios y los activos de transporte.
"Para aprovechar las oportunidades que surgen, los inversores deben mirar más allá de las soluciones eólicas y solares obvias y considerar las oportunidades en áreas como la infraestructura de energía limpia, las industrias de recursos eficientes, el transporte de bajas emisiones, las tecnologías de la construcción y el agua limpia. Algunos ejemplos de empresas relacionadas con todos estos sectores son Hannon Armstrong, Itron, Trane Technologies y Quanta Services, por citar algunas", detalla este gestor.
Pascal Dudle concluye que la renovada ambición de EEUU de luchar contra el cambio climático y contribuir a una economía más ecológica ayuda a lograr una alineación con China y Europa en lo que respecto a ambiciones climáticas. "En las próximas décadas, cabe esperar muchas oportunidades interesantes para los inversores a largo plazo en estos ámbitos", anticipa.