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José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de TelefónicaTELEFÓNICA - Archivo

“No caben 450 operadores”. El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, respondía así este jueves a la pregunta de cómo ve el mercado europeo y de si la fusión entre O2 y el negocio británico de Liberty Group (Virgin Media) ha vuelto a abrir el baile de fusiones entre operadores del continente.

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“En Reino Unido no se ha hecho una operación como esta en cinco años”, resaltó Álvarez Pallete durante esa misma rueda de prensa, en la que destacó que también es la mayor operación corporativa en lo que va de año y la más relevante que ha realizado hasta ahora Telefónica, con una fusión valorada en 38.000 millones de euros. “Déjennos disfrutar”, instó.

Una necesidad de disfrute que llega ante la apatía, de momento, de los inversores, porque Telefónica sólo repuntó este jueves un 0,07% y el título se mantiene en el entorno de los 4,3 euros. Pallete se mostró confiado en que la operación “se reflejará en la cotización de la acción” porque, además de la operación corporativa, la operadora reiteró que mantiene el dividendo previsto para este año, aunque cambia su estructura abriendo la opción del pago en acciones.

CONTROL DE COMPETENCIA

En cuanto a la operación en sí, cambia el escenario de las ‘telecos’ en el Reino Unido y a escala europea, en pleno Brexit. Aún quedan muchos flecos pendientes, por ejemplo, con qué marcas operará la nueva sociedad tras la fusión, que no estará lista hasta 2021. Entre otros motivos porque deben lograr el visto bueno de las autoridades de Competencia. Pallete confía en que se apruebe sin condiciones y no pasé como con el anterior intento de desinversión de O2, la venta al grupo hongkonés Hutchison, bloqueada por la UE porque limitaba las opciones de los consumidores a la hora de tener operadores donde elegir.

De hecho, esa es la clave de una reapertura del baile de fusiones. Las grandes compañías, como Telefónica, son proclives a un escenario con menos jugadores, más en un entorno (como pasa en España) donde hay una creciente competencia de pequeños operadores 'low cost'.

Hace cuatro años, la comisaria de Competencia de la UE, Margrethe Vestager, bloqueó la operación de venta de O2 porque dejaba al Reino Unido con dos grandes operadores. En España, por ejemplo, no se da ese escenario, con tres multinacionales como Telefónica, Orange, Vodafone; además de MásMóvil y los pequeños operador sin red propia.

De momento, no parece que vaya a haber un gran movimiento entre los grandes. Pero hasta hace una semana tampoco parecía que Telefónica fuera a unirse con Virgin Media en el Reino Unido; sino que sus esfuerzos estaban únicamente centrados en el repliegue de América Latina. En el caso de la alianza con Liberty, comenzó a tejerse en verano, justo cuando Telefónica vivió uno de los últimos desplomes en bolsa. Las negociaciones se intensificaron en noviembre y se han sellado con sigilo en plena cuarentena, sin reuniones físicas desde marzo. Una prueba de que las fusiones se diseñan en silencio.

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