MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Las mujeres con VIH mayores de 50 años tienen peor función física y calidad de vida que los hombres infectados y de la misma edad, pese a que ellas tienen mejor recuperación inmunológica (medida por el recuento de células T CD4 y la proporción de CD4/CD8) que los varones y menos factores de riesgo cardiovascular, según ha evidenciado un estudio realizado en una clínica de VIH de Módena (Italia) y en el que han participado expertos de los hospitales universitarios Infanta Leonor y Ramón y Cajal de Madrid así como de la Universidad de Módena y Reggio Emilia (Italia).
La mejora y simplificación de los tratamientos antirretrovirales ha favorecido que las personas con VIH tengan un mejor control de la enfermedad y gocen de una mayor calidad y esperanza de vida. Actualmente nada se sabe acerca de las características específicas de las mujeres VIH de más edad, las diferencias frente a los hombres con respecto a la comorbilidad, la función física y la calidad de vida y si tienen necesidades especiales, lo que ha motivado la realización de este estudio.
Para la realización de este trabajo, que ha sido presentado en el marco del X Congreso Nacional de GeSIDA, se han evaluado a 1.126 adultos mayores VIH, de los cuales 284 (25.2%) eran mujeres y la mediana de edad fue de 55 años.
Hubo diferencias entre mujeres y hombres en cuanto al consumo de alcohol (el 80,6% de las mujeres no bebían nada frente al 66,5% de los hombres), enfermedad cardiovascular (presente en el 11% de los varones ante el 2,8% de las mujeres), hipertensión (60,3% en hombres y 38,7% en mujeres), diabetes mellitus (11,65% en mujeres y 22,9% en hombres) e insuficiencia renal (aquí sí la incidencia sí fue mayor en mujeres, con 33,1% frente al 17,9% masculino).
Asimismo, se encontraron diferencias significativas en cuanto a la función física, de acuerdo a los resultados obtenidos en la escala SPPB (Short Physical Performance Battery), utilizada para detectar deterioro funcional precoz, estableciéndose en nueve la puntuación de frontera para determinar aquellas personas en riesgo de sufrir discapacidad. El 11,1 por ciento de las mujeres sacaron una puntuación por debajo de esa cifra frente a un 5,6 por ciento de los hombres.
No se encontraron diferencias entre mujeres y hombres en cuanto a actividad física, ser fumador, dislipemia, EPOC, lipodistrofia, cirrosis, insuficiencia de vitamina D, sarcopenia, osteoporosis por DEXA, malignidad por SIDA y neoplasia no por SIDA. El Índice de Masa Corporal medio fue de 23,4 mujeres frente a 24,9 hombres.