MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La asociación Justicia Alimentaria ha aplaudido el nuevo etiquetado de alimentos basado en el sistema Nutri-Score anunciado por el Ministerio de Sanidad, que califican como "un avance y una mejora significativa respecto al sistema actual, por ser más claro, eficiente y sencillo, facilitando las decisiones a la hora de adquirir o no determinados alimentos en base a su perfil nutricional".
A través de un comunicado, celebran que el departamento dirigido por María Luisa Carcedo ponga en marcha un paquete de medidas para luchar contra la obesidad, una reivindicación de diversos actores sociales y académicos, entre ellos Justicia Alimentaria, que, "ante la magnitud del problema de salud pública generada por el consumo excesivo de alimentos insanos, habían propuesto actuar con urgencia a través de diferentes políticas públicas".
En primer lugar, y en relación a Nutri-Score, con el que coinciden, solicitan al Ministerio que acabe con "la permisividad actual" en cuanto al uso de avales científicos y de declaraciones nutricionales en productos no saludables, porque "confunde al consumidor". Así, solicitan que estas fórmulas solo se permitan en productos saludables, "tal y como recomienda en su preámbulo la directiva europea".
Con respecto a la anunciada iniciativa para impedir la venta en colegios de institutos de alimentos y bebidas con alto contenido en azúcar, ácidos grasos saturados y trans, sal y calorías, la definen como "un avance". "Teniendo en cuenta que las máquinas expendedoras de alimentos y bebidas no saludables están invadiendo muchos espacios públicos, el Ministerio tiene la oportunidad de transformar un entorno promotor de obesidad en otro que promueva la alimentación saludable, mediante la elaboración de una lista de productos saludables, que deberían ser los únicos disponibles en centros relacionados con la salud y la educación", explican.
Por último, sobre la limitación de publicidad de alimentos poco saludables dirigida a menores de 15 años, consideran que el diagnóstico de Sanidad es "correcto", pero que "falta ver cómo se concreta la medida para que sea efectiva". Lo que no aprueban es que se reforme el actual Código PAOS, a través del cual la industria alimentaria se autorregula. En su lugar, prefieren que sea la propia administración la que vele por los anuncios.
"De entrada, los informes y estudios existentes demuestran que los sistemas basados en la autorregulación no son efectivos, por lo que proponemos que sea la administración quien regule la publicidad, como ya se está haciendo en otros países. Tanto los datos científicos disponibles como los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que los sistemas voluntarios, como el Código PAOS, no son una buena herramienta para reducir los impactos de la publicidad de alimentos insanos en la población infantil y el consumo de los mismos", critican.
Además, para que esta regulación sea efectiva, instan a usar el perfil nutricional de la OMS, diseñado para tal fin, y que sea aplicado en "todos" los medios publicitarios, contemplando también la prohibición de patrocinios de eventos deportivos y otros eventos dirigidos a menores por empresas de productos no saludables, del uso de técnicas de marketing promocional, como los regalos, y del uso de avales científicos en productos no saludables.
Por último, concluyen que echan de menos propuestas sobre políticas fiscales y de precios, "que cuentan con el apoyo de expertos, sociedad civil y OMS", y que ya se están aplicando "con éxito" en otros países y, en el caso del impuesto a las bebidas azucaradas, también en Cataluña.