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Los que fueran consejero delegado y jefe de Seguridad de BBVA, Ángel Cano y Julio Corrochano, respectivamente, han declarado este martes ante el juez de la Audiencia Nacional Joaquín Gadea que se contrató a Cenyt, la compañía del comisario José Manuel Villarejo, porque el entonces presidente del banco, Francisco González, requirió los servicios de una empresa de investigación ante las maniobras hostiles de Sacyr.
Cano y Corrochano han comparecido como imputados en esta pieza separada número 9 de la macrocausa 'Tándem', donde se investigan los servicios contratados por BBVA a Cenyt para distintos proyectos al menos entre 2004 y 2017, por los que la entidad financiera habría pagado más de 10 millones de euros al comisario.
El exCEO, que ha pasado primero por el Juzgado Central de Instrucción Número 6, ha descrito una dinámica conforme a la cual Corrochano despachaba directamente con González y después transmitía a Cano las órdenes pertinentes. De esta misma manera, ha asegurado, funcionó respecto a la contratación con Cenyt.
De acuerdo con fuentes presentes en la declaración, Cano ha indicado que Corrochano le dio la orden de contratar con Cenyt porque así se lo dijo González. El exCEO ha admitido que conocía la empresa, si bien ha recalcado que no tenía conocimiento de que Villarejo fuera su dueño.
Sin embargo, otras fuentes han apuntado que Cano se ha limitado a exponer que Corrochano le informó de que González había demandado los servicios de una empresa de investigación, pero no que mencionara expresamente a Cenyt.
Corrochano, por su parte, ha ratificado el escrito enviado a la Audiencia Nacional el pasado mes de octubre, declarando que fue González quien le hizo directamente el encargo de hacer una investigación sobre los temas que en ese momento preocupaban al BBVA.
En ese escrito precisó que Cano, su "superior inmediato", le avisó el día anterior de que González quería verle avanzándole ya el mismo día que el asunto a tratar sería "la necesidad de contratar un servicio de información e inteligencia en relación a una OPA que se estaba organizando".
Aunque, según las fuentes consultadas por 'Europa Press', este martes no se le ha preguntado específicamente si la orden de González fue contratar a Cenyt, Corrochano plasmó en su escrito que conocía a la empresa de Villarejo hacía años y que la eligió el Departamento de Seguridad, concretamente él mismo.
La defensa del ex presidente de BBVA han desmentido tajantemente que diera instrucciones de contratar con Cenyt, acotando que, tal y como declaró en octubre de 2019, el banco decidió contratar a una empresa de esas características en 2004 ante el ataque de Sacyr, pero que la elección de qué compañía se dejó en manos de Corrochano.
CUATRO FACTURAS
El interrogatorio, en el que Cano ha accedido a responder a las preguntas del juez, el fiscal y su propia defensa, y Corrochano solo ha contestado a su abogado, ha girado en torno al primer encargo que se hizo a CENYT, en diciembre de 2004.
El antiguo consejero delegado ha detallado que se materializó en cuatro facturas por un importe total de 510.000 euros, con la peculiaridad de que las tres primeras (por un importe cada una de 90.000 euros) se fecharon el mismo día.
Cano ha razonado que si estas facturas llevan su firma es porque no siguieron el cauce habitual. Debía haberlas facturado el Departamento de Seguridad, pero excedían su presupuesto, por lo que de seguir esta vía les habría impedido cobrar el variable. En este contexto, ha continuado, se optó por enviarlas al Centro de Costes de la Junta General de Accionistas, lo que propició que él las rubricara.
Además, ha cerciorado que las cuatro facturas iban vinculadas a ese primer contrato con Cenyt, que ha calificado de aséptico. Lo pudo ver, pero se ha desmarcado completamente de su contenido, insistiendo en que esos asuntos eran competencia de González y Corrochano.
No obstante, ha concedido que llegó a ver un informe entregado por CENYT en el que se hablaba del ex ministro Miguel Sebastián y del presidente de Sacyr, Luis del Rivero, así como de otras dos personas que no ha sabido concretar. El 'dossier', ha añadido, era muy superficial.
En este punto, las versiones de uno y otro han vuelto a diferir. Corrochano en su escrito aseveró que contrató a Cenyt "con el consentimiento y la plena información de su jefe", Cano, a quien debía reportar.
LA DENUNCIA DE AUSBANC
Por otro lado, el ex jefe de Seguridad se ha referido a la denuncia presentada en 2015 contra la asociación de usuarios de banca, Ausbanc, en relación con el denominado 'Proyecto Pin'.
Según las tesis del juez instructor, vertidas en un auto de 2018, Villarejo habría espiado al presidente de Ausbanc, Luis Pineda, por encargo de BBVA en el marco la batalla legal por las cláusulas suelo para destruir su reputación y armar una denuncia que el comisario canalizaría a través de la UDEF.
El que fuera responsable de la UDEF Manuel Vázquez declaró el lunes ante el magistrado Gadea que fue Corrochano quien presentó la denuncia, si bien subrayó que se siguió el procedimiento habitual, esto es, una pequeña investigación policial para después dejar el asunto en manos de la Fiscalía.
El ex jefe de Seguridad ha confirmado que fue él quien presentó la denuncia contra Ausbanc, explicando que intervino en dos momentos distintos. El primero, aportando a la UDEF unos papeles, entre ellos algunos fruto del trabajo de Cenyt que le entregó el socio de Villarejo, Rafael Redondo; y, el segundo, sumándose a la denuncia formulada por Fiscalía.
Asimismo, en la línea de lo reflejado en el citado escrito, Corrochano ha aseverado que pensó en todo momento que las actuaciones de Cenyt eran legales, apostillando en este sentido que la empresa de Villarejo no les ofreció el tráfico de llamadas telefónicas de las personas investigadas.