MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Interprofesional del Aceite de Orujo de Oliva (ORIVA) han emprendido dos nuevos estudios para investigar las cualidades saludables del aceite de orujo de oliva en la reducción de los riesgos cardiovasculares y en la prevención de la enfermedad de Alzheimer.
El primer estudio, que será dirigido por Raquel Mateos Briz, científico titular del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN), tiene como objetivo conocer el potencial beneficioso de este aceite en indicadores de salud cardiovascular y patologías asociadas como la hipertensión, la diabetes o la obesidad en comparación con el aceite de girasol.
Con este estudio, además, se plantea evaluar el impacto de los compuestos bioactivos del aceite de orujo de oliva. Los ensayos clínicos se llevarán a cabo en voluntarios sanos y en sujetos de riesgo diagnosticados de hipercolesterolemia (niveles de colesterol en sangre de 200 mg/dL).
El proyecto contempla tres fases a desarrollar en tres años a fin de conocer efectos en perfil lipídico y tensión arterial; efectos en inflamación y función endotelial; y el efecto en diabetes, obesidad y estatus antioxidante.
"Los compuestos específicos del aceite de orujo de oliva han demostrado tener interesantes propiedades biológicas implicadas en la prevención de enfermedades cardiovasculares y patologías de gran prevalencia en la población como la hipertensión o la diabetes. No obstante, estas propiedades se han demostrado mediante el desarrollo de estudios 'in vitro' y pre-clínicos en modelos animales con conclusiones de indudable interés científico pero limitada traslación a humanos. Un vacío que estas investigaciones nos va a permitir explorar", señala Mateos Briz.
El segundo estudio, dirigido por Javier Sánchez Perona, científico titular del Instituto de la Grasa (IG), es la continuación de un estudio anterior presentado en noviembre de 2018, que demostró que los compuestos bioactivos del Aceite de Orujo de Oliva - ácido oleanólico, a-Tocoferol y *-Sitosterol - pueden tener un efecto protector frente al Alzheimer atenuando la activación de la microglía, relacionada con la neuroinflamación que presentan los enfermos de Alzheimer.
Sánchez Perona destaca que "la investigación marca un hito al demostrar un hipótesis de investigación inédita hasta el momento. Lo principal es que se ha constatado que el transporte de la grasa en la dieta puede contribuir a desarrollar la enfermedad. Por tanto, podemos aprovechar esta misma ruta, el transporte de la grasa en el organismo, para la prevención del Alzheimer".
Para seguir avanzando en esta línea, el nuevo estudio continuará con la segunda etapa prevista consistente en ensayos clínicos para demostrar si estos efectos son replicables en humanos. Si en el estudio previo se emplearon lipoproteínas ricas en triglicéridos (TRL) artificiales, fabricadas 'ad-hoc' en el laboratorio, a fin de poder probar el efecto de los compuestos de forma individual y conjunta.
"Ahora ha llegado el momento de consolidar los resultados empleando TRL humanas, obtenidas tras el consumo de aceite de orujo de oliva. De ser así, se revelaría que la ingesta de aceite de orujo puede prevenir la neuroinflamación provocada por la sobreactivación de la microglía, reduciendo el riesgo de desarrollo y de la progresión del Alzheimer", señalan.