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(I-D) El socio responsable de Automoción de PwC, Manuel Díaz; el director general Anfac, José López-Tafall; y el jefe de sección de Empresas y Motor en Europa Press, Carlos Drake; durante el segundo encuentro PwC ‘Visión Empresarial’ - Europa Press.Alberto Ortega - Europa Press

López-Tafall (Anfac) apunta que en 2021 se dejaron de fabricar 200.000 vehículos adicionales a la pandemia en España por la crisis de chips

MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

El socio responsable del Sector de Automoción de PwC, Manuel Díaz, ha asegurado que la industria del automóvil es "un agente imprescindible" en el proceso de descarbonización que está llevando a cabo la sociedad y ha señalado que no se puede ver al sector como el culpable o como "un ogro" al que hay que hacer desaparecer.

En el segundo encuentro informativo 'Visión Empresarial', organizado por PwC y Europa Press, que ha estado dedicado al sector del automóvil, Díaz señaló que la recuperación en términos de volúmenes de matriculaciones, tanto en el entorno mundial como en el español, no llegará hasta 2024.

"Lo que está pasando en España en cuanto a mercado también sucede en Europa y en Estados Unidos, pero no en China, que estaba creciendo a doble dígito. En España hay mucha incertidumbre por las tensiones inflacionistas. Las previsiones son muy complicadas, se hablaba de estar por encima de 2021, pero ahora estamos por debajo, con niveles no vistos desde casi la crisis financiera de 2008", afirmó.

Por ello, indicó que la previsión es que el mercado automovilístico se recupere en 2024 y calificó como "bueno" que este año se cerrara con las mismas cifras comerciales que en 2021, debido a la prolongación de la pandemia, la guerra de Ucrania y, sobre todo, la crisis de suministro de semiconductores.

El encuentro, que busca adelantar las tendencias y analizar los desafíos que están afrontando los distintos sectores económicos de la mano de las asociaciones y de expertos de PwC, contó también con la participación del director general de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), José López-Tafall, que explicó que las plantas españolas se vieron muy afectadas por la rotura de stock de microprocesadores.

Así, apuntó que en 2020, año en el que las plantas españolas estuvieron dos meses cerradas por el Covid, se dejaron de fabricar 600.000 vehículos en comparación con los datos prepandemia, mientras que en 2021, sin paros productivos por el coronavirus, no solo no se recuperaron esas 600.000 unidades, sino que se perdieron otras 200.000 unidades adicionales, para cerrar el año con unos dos millones de vehículos fabricados.

"Esto es una tragedia por la actividad económica que va asociada a la producción de esos vehículos", subrayó, al tiempo que afirmó que esta crisis de suministro ha enseñado al sector que este componente es un recurso muy necesario sobre el cuál la automoción europea y la industria en su conjunto "había perdido capacidad de control" y aseguró que en España no hay prácticamente capacidad de fabricación de estas piezas.

De su lado, el socio responsable de Automoción de PwC subrayó que la fabricación de chips está concentrada en el sudeste asiático y tiene "dos problemas", que son la necesidad de una gran inversión de capital para establecer una planta y que se requiere mucho tiempo, factores que han motivado la concentración de las empresas y que Europa quede "desprotegida", para lo que ha anunciado un plan específico, pero cuyos efectos todavía se tardará en ver.

CONFLICTO DE UCRANIA

En cuanto al efecto de la invasión rusa sobre Ucrania, López-Tafall destacó que ha existido un impacto negativo sobre las plantas españolas de vehículos, aunque mucho menor que el experimentado por la crisis de los microchips, debido a una reducida exposición a estos mercados, como sí tienen factorías de otros países como Alemania o Polonia.

Respecto a la exportación de vehículos a esos países, el directivo resaltó que el efecto negativo no ha sido muy alto, ya que en 2021 se exportaron unos 8.000 modelos 'made in Spain' a Rusia y unas 3.000 unidades a Ucrania.

No obstante, sí resaltó un "impacto peor" de este conflicto sobre el mercado, puesto que se ha experimentado una subida de los costes energéticos y de las materias primas, provocando un incremento de precios de producción. Esto ha ocasionado una incertidumbre en los consumidores en un momento en el que se les está formando sobre cómo es el coste energético de los modelos electrificados, generando una duda sobre la movilidad eléctrica y retrayendo la demanda.

No obstante, destacó la labor que están haciendo los fabricantes a la hora de impulsar la movilidad eléctrica sin emisiones. "Si algo falla en el proceso de descarbonización no es, desde luego, la falta de vehículos", aseguró el director general de Anfac, que resaltó que las medidas públicas que se están implementando "son positivas", aunque solicitó una fiscalidad adecuada, así como una dotación presupuestaria adaptada para impulsar la infraestructura de recarga y una mayor eficacia de los planes de incentivo a la compra.

De su lado, Manuel Díaz afirmó que la industria del automóvil "va a la velocidad adecuada" para la descarbonización, pero indicó que se necesita la participación de varios "stakeholders", no solo de la industria automovilística, y recordó que los fondos históricos aportados en España a este objetivo están muy por debajo de los de otros países europeos.

"Los niveles de inversión se tienen que duplicar y triplicar, para eso están los fondos 'Next Generation EU', pero de momento solo están en los titulares, aún no han llegado, hay que acelerar su llegada y que el consumidor lo note, aunque para eso quedan dos o tres años", finalizó.

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