Para que puedan cumplir con la normativa europea de reducción de emisiones contaminantes
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Tesla podría registrar unos ingresos potenciales de hasta 1.000 millones de dólares (algo más de 971 millones de euros) por la venta de créditos de carbono al resto de fabricantes de automóviles tradicionales para que éstos puedan cumplir con la normativa europea 'CAFE' de reducción de emisiones contaminantes.
Acorde a las estimaciones realizadas por la entidad helvética UBS, la empresa estadounidense de coches eléctricos estaría contemplando una alianza para mancomunar las emisiones de dióxido de carbono junto a Toyota, Stellantis y Ford.
Este acuerdo, en la práctica, permitiría a los fabricantes tradicionales de vehículos promediar las emisiones de sus flotas, de manera que las empresas que venden menos coches eléctricos compensarían sus cuotas con las ventas de Tesla, cuyas métricas de cumplimiento normativo en este asunto están por encima de las previstas en el nuevo reglamento europeo.
"La compensación de Tesla podría incluso superar los 1.000 millones de euros si monetiza toda su posición", asegura el informe de UBS. Por su parte, otros fabricantes como Volvo, que estudia una alianza similar con la alemana Mercedes-Benz, podría recibir hasta 300 millones de euros de este fondo de compensación, según las previsiones contempladas el pasado mes de agosto.
Este miércoles la francesa Renault ha lanzado una queja formal en contra de este mecanismo de mancomunación de certificados de emisiones advirtiendo que, de permitirse, se socavaría a la industria automovilística europea en el medio y largo plazo frente a las estadounidenses, pero sobre todo, frente a las asiáticas.
Desde el grupo que dirige el italiano Luca de Meo piden a Bruselas una mayor claridad sobre el futuro de la hoja de ruta climática que tiene previsto aplicar la Comisión Europea que dirige la alemana Úrsula Von der Leyen.
Por el momento, desde el pasado 1 de enero, la normativa 'CAFE' (Emisiones de Combustible Medias Corporativas, por sus siglas en inglés) establece que las emisiones de dióxido de carbono bajarán a 93,6 gramos por kilómetro de los coches vendidos en los 27 países de la UE.
Asimismo, aquel fabricante que incumpla estos límites puede verse sancionado con hasta 95 euros por cada gramo excedido según la ley, lo que abre la puerta a multas multimillonarias contra las marcas automovilísticas que no consigan alcanzar los objetivos de ventas de vehículos 'cero emisiones' recogidos en el reglamento comunitario.
A partir de ahora, la normativa 'CAFE' exige que la media de emisiones de CO2 en los vehículos de cada fabricante se reduzca en un 15% en comparación con los niveles de inicio de década. El límite que entra en vigor este 2025 se reducirá aún más, estableciéndose en 49,5 gramos de CO2 por kilómetro, con el ánimo de implementar en 2035 la prohibición de facto de las ventas de vehículos de combustión de gasolina y diésel.