La dirección anuncia que no cambia su posición y respalda su acción de recortes frente a las protestas de este lunes

MADRID, 9 (EUROPA PRESS)

Los trabajadores del grupo Volkswagen en Alemania han iniciado este lunes una nueva ola de huelgas por segunda vez este mes, al tiempo que la dirección y los líderes sindicales acudirán a una cuarta ronda de negociaciones sobre los recortes que la marca homónima del fabricante de automóviles quiere aplicar para enfrentar la crisis que sufre.

Las llamadas a la huelga buscan aumentar la presión sobre Volkswagen para romper el punto muerto con el sindicato IG Metall sobre el plan de la dirección de cerrar al menos tres fábricas y despedir a miles de trabajadores para coadyuvar a que el fabricante de automóviles sea más competitivo.

Por tanto, este lunes están convocada una ola de huelgas que afectará a todas menos una de las 10 fábricas de Volkswagen en Alemania. La semana pasada, casi 100.000 trabajadores dejaron sus puestos después de que la dirección rechazara una propuesta sindical que incluía reducir los pagos de dividendos y recortar algunas bonificaciones.

La jefa del comité de empresa, Daniela Cavallo, afirmó en declaraciones recogidas por DPA que las conversaciones de este lunes "probablemente determinen el camino a seguir: compromiso o escalada".

El punto muerto y las huelgas son costosas para el mayor fabricante de Europa, que está luchando por hacer frente a los mayores costes operativos, una caída en la demanda de vehículos eléctricos y la intensificación de la competencia de los fabricantes de automóviles chinos.

Dos horas de interrupción de la producción en cuatro líneas de montaje de la planta principal de Volkswagen en Wolfsburg se traducen en una pérdida de entre 400 y 600 vehículos, calcula la agencia alemana.

LA DIRECCIÓN DE VOLKSWAGEN RESPALDA SU PLAN DE REDUCIR COSTES

No obstante, a pesar de la ola de huelgas y protestas, la dirección de la automotriz alemana ha respaldado su plan de profundos recortes de costes antes del inicio de la negociación colectiva.

"Aún necesitamos reducciones de costes que se puedan implementar a corto plazo y que sean sostenibles", comentó el negociador principal de la gerencia del grupo, Arne Meiswinkel, quien supervisa los recursos humanos de la marca. "Esta es la única forma en que podemos seguir siendo competitivos en un entorno desafiante".

Meiswinkel y otros ejecutivos de Volkswgen tienen previsto reunirse con el sindicato IGMetall este lunes por la tarde en Wolfsburg, donde el fabricante tiene su sede.

Meiswinkel comentó que la compañía ha recibido con agrado una propuesta de noviembre del sindicato para renunciar a los aumentos salariales y ofrecer flexibilidad en torno a la reducción de las horas de trabajo en las fábricas, medidas que, según el sindicato, ahorrarían alrededor de 1.500 millones de euros.

LOS SINDICATOS, "FURIOSOS"

No obstante, los sindicatos no se encuentran conformes con las decisiones de la dirección de Volkswagen y afirman estar "furiosos" ante la decisión de la empresa.

La presidenta del sindicato IG Metall, Christiane Benner, afirmó estar "furiosa y estupefacta por las acciones" del Consejo de Administración de la automotriz, ante decenas de miles de participantes de una manifestación de protesta en la planta principal de Wolfsburgo.

"En lugar de soluciones inteligentes, ofrecen recortes y pérdida de puestos de trabajo", dijo Benner. "Los problemas son evidentes", reconoció la líder sindical en su discurso sobre la segunda jornada de huelgas Volkswagen.

Y añadió que los problemas del grupo no pueden resolverse con cierres de plantas, despidos y recortes salariales. También subrayó que los culpables de la crisis no son los trabajadores, sino las numerosas decisiones equivocadas de la dirección de la empresa.

Por su parte, el líder de distrito del IG Metall, Thorsten Gröger, advirtió de que si el Consejo de Administración se niega a encontrar una solución, la "solidaridad entre los trabajadores de Volkswagen se llevará al nuevo año".

"Entonces, en 2025, solo habrá una respuesta al martillo del recorte de costes: el martillo de la huelga", dijo Gröger.

Volkswagen exige a sus empleados un recorte salarial del 10% y prevén cierres de fábricas y despidos forzosos. Sin embargo, la estructura corporativa del grupo otorga a los trabajadores una voz en las decisiones clave de la empresa, lo que dificulta a la dirección la aplicación de los recortes de costes.

Los representantes de los trabajadores ocupan la mitad de los puestos del consejo de supervisión de la empresa, mientras que el estado de Baja Sajonia, sede de Volkswagen, cuenta con dos puestos adicionales.

contador