El total de unidades retenidas asciende a 13.000

MADRID, 15 (EUROPA PRESS)

Las autoridades estadounidenses han retenido varios miles de vehículos de las marcas de automóviles de lujo alemanas Audi y Porsche, que se encuentran a bordo de barcos, en puertos de Estados Unidos, debido a problemas aduaneros relacionados con una pieza fabricada en China, según informa DPA este jueves.

Ambas marcas, que pertenecen al fabricante automovilístico alemán Volkswagen (VW), incluyen piezas fabricadas por proveedores de este consorcio en el oeste de China, incluida la provincia de Xinjiang, que ha sido objeto de atención internacional generalizada y preocupación por los derechos humanos debido al trato de China hacia la minoría musulmana uigur.

"Estamos trabajando para corregir un retraso relacionado con la aduana en la entrega de ciertos modelos de vehículos del Grupo Volkswagen desde puertos de EE.UU. a concesionarios", dijo un portavoz del grupo a la agencia.

"La entrega de los vehículos continúa, pero desafortunadamente puede haber retrasos", agregó el portavoz. "Esto se debe a un pequeño componente electrónico de una unidad de control más grande, que se reemplazará en los vehículos afectados tan pronto como las piezas requeridas estén disponibles".

Según el periódico económico alemán 'Handelsblatt', 13.000 automóviles nuevos de las filiales Audi y Porsche, así como de la marca de lujo británica Bentley, propiedad también de Volkswagen, se ven afectados por el problema.

Según el periódico británico 'Financial Times', el componente en cuestión proviene del oeste de China y puede que no se utilice en Estados Unidos debido a una ley local contra el trabajo forzoso.

Sin embargo, Volkswagen aparentemente no tenía conocimiento del origen de la pieza porque había sido instalada en un componente más grande por un proveedor. La compañía solo se enteró de esto a través de una advertencia del proveedor y luego informó a las autoridades en Estados Unidos.

"Estamos aclarando los hechos y tomando medidas apropiadas", explicó el portavoz de Volkswagen. "Esto también puede incluir la terminación de la relación con el proveedor si nuestras investigaciones confirman violaciones graves".

Volkswagen ha sido criticada durante mucho tiempo por sus actividades de fabricación en el oeste de China. En la región de Xinjiang, Volkswagen opera una planta de entrega y una pista de pruebas junto con su socio chino Saic.

El miércoles, Volkswagen anunció que hablaría con Saic "sobre la dirección futura de las actividades comerciales en la provincia de Xinjiang". "Actualmente se están examinando diversos escenarios de manera intensiva", dijo la empresa.

La semana pasada, el gigante químico alemán Basf anunció que vendería acciones en sus dos empresas conjuntas en Korla, China, en el centro de la región de Xinjiang, tras los recientes informes de los medios de comunicación que vinculan a empresas socias chinas con posibles violaciones de derechos humanos.

Activistas uigures y organizaciones de derechos humanos han estado informando durante años que cientos de miles de personas en Xinjiang están siendo enviadas a campos de reeducación contra su voluntad, y en algunos casos torturadas y obligadas a realizar trabajos forzados. El gobierno chino niega las acusaciones.

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