MADRID, 4 (EUROPA PRESS)

La Cámara de Comercio de China en la Unión Europea (CCCEU, por sus siglas en inglés) ha expresado su "profunda decepción" y su "gran descontento" con la decisión de Bruselas de continuar con los aranceles al automóvil chino tras no haber sumado una mayoría suficiente ni a favor ni en contra de estas trabas comerciales en la votación que han auspiciado este viernes los Estados miembro.

El 'lobby' empresarial chino en la UE considera que las investigaciones antisubvenciones de la Unión Europea sobre los coches eléctricos importados desde el gigante asiático son medidas proteccionistas "políticamente motivadas e injustificadas" ya que, según argumenta, la ventaja competitiva de China en el sector automovilístico "no se debe a subvenciones, sino a una sólida cadena de suministro, desarrollada a través de una intensa competencia en el mercado".

Advierte en un comunicado el organismo comercial asiático de que la imposición de los aranceles "no solo perjudicará a las empresas chinas, sino que perturbará las operaciones de los fabricantes europeos y mundiales de coches eléctricos en China".

"Estos aranceles no reforzarán la resistencia de las industrias locales en Europa ni en otros mercados; por el contrario, corren el riesgo de disuadir las inversiones chinas, socavar la competitividad del mercado europeo y disminuir la vitalidad de la cadena mundial de suministro de vehículos eléctricos", avisan desde la CCCEU.

No obstante, la Cámara de Comercio dice haber observado que los equipos negociadores chinos y europeos "siguen participando activamente en las conversaciones" y aspiran a poder alcanzar una solución final "con cautela", al tiempo que piden retrasar la aplicación de los aranceles y "priorizar" la resolución de las disputas.

Bruselas aplica desde el pasado mes de julio tarifas de hasta el 38,1% al automóvil de batería eléctrica importado desde China como respuesta al perjuicio que generan en sus competidores europeos los subsidios "ilegales" que el Gobierno chino concede a sus fabricantes. El gravamen se suma al 10% que la UE ya aplica a las importaciones de vehículos.

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