'Grexit' no es el único escenario de posible salida de un estado de Europa. El euroescepticismo está instalado en Reino Unido y Cameron ha prometido que renegociará la situación del país en la Unión Europea y que propondrá un referéndum si es reelegido.
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Durante las últimas semanas la hipótesis de una posible salida de Grecia de la Unión Europea ha sido protagonista en los modelos de los analistas. La marcha del país heleno de la Zona Euro se ha denominado popularmente como 'Grexit'. Sin embargo, no es el único escenario similar en el viejo continente, ya que hay otra economía con características muy diferentes y por razones opuestas que también podría vivir un episodio en el que se dude de su continuidad, en este caso en la Unión Europea. Se trata de Reino Unido, hipótesis que The Economist ha bautizado como 'Brexit', siguiendo la semántica de 'Grexit'.
La publicación recuerda que aunque se esté hablando de la posibilidad de una Grecia sin euro, no es lo que desea su Gobierno ni la mayoría de los ciudadanos. Algo que está por ver en Reino Unido, aunque para saber si sigue participando en la Unión Europea. El primer ministro, David Cameron, ha prometido que si es reelegido en las próximas elecciones, que se celebrarán el 7 de mayo, se renegociará la situación del país en Europa y se someterá el futuro a un referéndum que se celebraría antes de 2017.
El euroescepticismo no es algo nuevo entre los británicos, que se unieron al área de libre comercio tras un referéndum en 1975, después de haberse mantenido al margen durante su creación en los años 50.
Hay que tener en cuenta que Reino Unido no es un estado más en la Unión Europea. Ni está en el euro ni, por ejemplo, participa en la zona de libre circulación sin pasaporte, denominada tratado de Schengen. Competencias como defensa, fiscalidad, sanidad o educación siguen siendo nacionales casi en exclusiva, mientras que el país se atiene a las normas de mercado común como competencia o medio ambiente. Precisamente Michael Emerson, ex funcionario de la Unión Europea, escribió un libro en 2012 sobre un balance de competencias y de la situación entre Gran Bretaña y Bruselas y el Gobierno de Cameron apenas se pronunció, recuerda el reportaje.
The Economist incorpora al análisis a Denis MacShane, un ex diputado laborista, quien encuentra las raíces de la hostilidad 'Tory' hacia Europa en Margaret Thatcher, después de que Jacques Delors, ex presidente de la Comisión Europea, hablara desde este cargo al Congreso de la Federación de Sindicatos de Inglaterra y Gales (TUC) en 1988, en plena disputa con Thatcher.
Por su parte, Roger Liddle, que fue asesor en materia europea de Tony Blair, es otro defensor de la pertenencia de su país al proyecto común de la mayoría de estados del viejo continente. No cree que una victoria laborista en mayo terminaría con las preocupaciones sobre un posible 'Brexit'. De hecho, muchos europeístas consideran que el escenario más probable para la salida de Gran Bretaña de Europea sería una victoria de los laboristas seguida por la elección de un gobierno conservador aún más euroescéptico que Cameron.
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