La ministra del Interior de Reino Unido, Priti Patel, ha firmado este viernes la orden que autoriza la extradición a Estados Unidos del fundador de Wikileaks, Julian Assange, acusado de cargos de espionaje por la filtración de miles de documentos secretos, si bien cabe un nuevo recurso sobre esta decisión.
Assange ha tratado en vano que los tribunales británicos impidan su traslado al país norteamericano, bajo el argumento de su delicada salud y de la dura condena que le puede ser impuesta por la labor de su organización en la difusión de documentos en 2010 y 2011.
"Los tribunales de Reino Unido no han determinado que fuese represivo, injusto o un abuso procedimiental extraditar a Assange", por lo que un portavoz del Ministerio del Interior ha explicado en un comunicado que, en este caso, no cabe más que dar el visto bueno administrativo al traslado.
Reino Unido tampoco ha detectado que la extradición sea de algún modo "incompatible" con los Derechos Humanos, dando por hecho que tendrá un juicio justo y que se garantizará la libertad de expresión. Así, espera un trato "adecuado" por parte de Estados Unidos, "también en lo referente a la salud" del acusado.
El Ministerio del Interior británico ha enfatizado, además, que Estados Unidos es un aliado "importante" en materia de extradiciones, y que el hipotético traslado de Assange no llegará "hasta que no se hayan agotado todas las vías de recurso legal" por parte de sus abogados, lo que mantiene aún el proceso en el aire.
"HOY NO ACABA LA LUCHA"
Wikileaks ha considerado que es "un día negro para la libertad de prensa y la democracia británica" y ha confirmado la presentación de un recurso --hay catorce días de plazo--, lo que previsiblemente dilatará el proceso. La organización ha recordado que Assange se enfrenta en Estados Unidos a una posible pena de 175 años de cárcel por un caso que ven "político", no legal.
"Julian no hizo nada malo. No ha cometido ningún delito ni es un delincuente. Es un periodista y un editor, castigado por hacer su trabajo", ha lamentado Wikileaks, en una nota en la que ha advertido de que Patel "será recordada como cómplice de Estados Unidos en su agenda para convertir el periodismo de investigación en una causa penal".
La organización no se rinde y, pese a que asume que el proceso está siendo "largo y tortuoso", aún confía en el éxito de la "nueva batalla legal" que comienza ahora, con un recurso ante el Tribunal Superior. "Hoy no acaba la lucha", ha remachado.
Assange fue detenido en abril de 2019, después de casi siete años recluido en la Embajada de Ecuador en Londres. El fundador de Wikileaks se refugió en un primer momento en la Embajada para evitar su posible extradición a Suecia, donde también estaba siendo investigado, y ante el temor de que fuese un primer paso hacia Estados Unidos.