El concurso Pasapalabra repartió este jueves el mayor bote de su historia tras más de 23 años en antena. Rafael Castaño se hizo con 2.272.000 millones de euros tras 197 programas en su batalla contra su rival Orestes Barbero.
Sin embargo, el concursante sevillano no podrá disfrutar del premio íntegro, ya que Hacienda le aplicará una retención del 19%, ha recordado en un comunicado la plataforma fiscal TaxDown. Esta deducción se establece en el artículo 101.7 y la realiza directamente la productora televisiva. Además, estos premios no están exentos de tributar en el IRPF al considerarse una ganancia patrimonial no derivada de transmisión de elementos patrimoniales, así que también habría que incluirlo en el apartado de la base imponible general.
Al ser el IRPF un impuesto progresivo, el porcentaje variará dependiendo de la cuantía del premio, los ingresos y la comunidad autónoma en la que resida el contribuyente, ya que esta última hará que también varíe el tipo aplicable. Al ser Castaño residente de Sevilla, cuando el próximo año presente estos datos, se le quitará por un lado un 24,50% de la escala estatal y, por otro, un 22,50% por la comunidad autónoma, lo que supone un 47% en total.
Esto se traduce en que la Agencia Tributaria estatal recaudaría 546.090,75 euros del premio y la Hacienda autonómica de Andalucía unos 506.610 euros, por lo que Rafael Castaño se quedará con un total neto de 1.219.299.25 euros, según confirman los expertos de TaxDown.
Por el contrario, si el premio lo hubiera ganado Orestes Barbero, al ser este residente de Burgos, el porcentaje bajaría al 46%, un 1% menos que su rival. Barbero habría obtenido un premio neto de 1.242.419.72 euros, es decir, tendría que pagar cerca de 20 mil euros menos que su oponente.
En conclusión, los expertos de TaxDown recuerdan que los concursantes televisivos compiten por una cifra bruta y que "al igual que con la Lotería Navidad, Hacienda siempre gana".