España se enfrenta en los próximos meses a uno de los grandes desafíos de su historia reciente. Si Sánchez es capaz de resolver todas las dudas que plantea su política económica, ahora en manos de sus socios de Gobierno, es posible que Europa le deje actuar sin más limitaciones que las regulaciones de Bruselas.
Para conseguirlo, es prioritario contener el déficit. Si no somos capaces, las partidas presupuestarias del fondo de recuperación europeo que le corresponden a España no serán responsabilidad de los gestores de nuestro país, sino como vimos antes en Grecia, será Europa la que decida el destino de las mismas.
España va a tener que afrontar diversas medidas económicas que van en contra de los programas electorales de los partidos que componen el Ejecutivo. Europa nos va a exigir contrapartidas antes de soltar un solo euro. Y ahí es donde puede saltar todo por los aires: reducir el número de funcionarios, rebajar sus salarios, tocar las pensiones…son temas tabú en Moncloa.
Solo la difícil unidad de todas las piezas que componen el difícil tablero de la política española puede evitar un otoño caliente. Gobierno, sindicatos, empresas y partidos políticos van a tener que aparcar temporalmente sus legítimos intereses y trabajar por una causa común para convencer a Europa de que somos capaces de no malgastar su dinero. Los partidos de la oposición tendrán que pactar con Sánchez, y sus socios de legislatura también.
Encima de la mesa otro tema sigue esperando soluciones: pasa el tiempo y las pensiones siguen igual, agotándose y con un futuro incierto. Que esta crisis nos afecta a todos es evidente, pero lo más triste va a ser reducir las prestaciones por jubilación a los más mayores, a los que más se han esforzado para sacar adelante a nuestro país.
Pero no se debe mirar a otro lado. Que aprovechen los políticos estas obligadas reuniones venideras y solucionen de una vez por todas el futuro de nuestros mayores y la sostenibilidad del sistema. Estamos ante una oportunidad única y no debemos desaprovechar esta ocasión. Poner más parches nos llevará dentro de poco a un problema en las calles, como ya hemos visto en otros países europeos.
Mientras, esperamos también un cambio en el sector de los fondos de pensiones. Ahora mismo hay muchas gestoras bancarizadas que ofrecen productos caros y sin rentabilidad, cuando el objetivo al contratar un fondo de pensiones es el de hacer crecer tu dinero. Si los políticos ayudan, los bancos también deben hacerlo y crear productos más baratos centrados en la rentabilidad. La colaboración va a ser muy necesaria de aquí al futuro para que todos podamos tener una jubilación digna. Esperemos que a los que les toca dar una paso adelante sepan estar a la altura.