Tengo un alumno que hace divisas, oro y Dax; al que llamaremos Juan. Establece diariamente una pérdida máxima por operación que nunca puede superar el 1% (a la semana es el 2,5% y al mes el 10%) para su operativa intradiaria en los activos antes mencionados.
Cuando le entrevisté acerca de este tema dijo: "Eso ha eliminado una gran parte del estrés de las operaciones, sabiendo que ninguna de las operaciones o series de trades pueden derrumbarme". La mejor práctica aquí es la gestión de riesgos. La prevención de evitar grandes lastres en perdidas incontroladas vale su peso en oro, no solo por la paz psicológica que supone dicha práctica, sino porque de este modo difícilmente irá a la ruina y con una buena estrategia solo tiene una dirección, que es la positiva.
Este alumno es 'daytrader' y por eso se puede permitir una bajada de su cuenta de hasta un 10%. Si en vez de un 'daytrader' fuese un gestor de un gran fondo de cobertura, hablar de lastres en bajada de dinero en cartera de un 10% sería simplemente impensable e inaceptable.
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Personalmente, no querría que la situación de una disminución de mi capital por una imprudencia me llevase a tener que ganar más del 40% del capital restante solo para compensar. Sin embargo, el concepto básico de Juan de establecer límites de pérdida para el 'trading' es bastante sólido.
Lo veo de esta manera: si tengo una tasa de éxito del 50%, entonces tendré un 25% de probabilidades de dos operaciones perdidas consecutivas; 12.5% de probabilidades de tres operaciones perdedoras consecutivas; 6.25% de probabilidades de cuatro operaciones perdidas consecutivas; y un poco más del 3% de probabilidades de cinco operaciones perdedoras consecutivas.
Si realizo 50 operaciones en un año, ¿adivina qué? Casi seguramente encontraré cadenas de cuatro y cinco trades perdedores consecutivos. Necesito poder sobrevivir a ese riesgo de ruina.
Si me permito perder el 10% de mi capital inicial en cada operación, es probable que llegue al punto en que necesito duplicar el dinero restante para recuperar el equilibrio.
Si me permito perder el 1% del capital en cada operación, es improbable que cualquier corrida de operaciones perdidas perjudique mi cuenta, o mi psique.
¿Qué opinas? Estoy segura que sabes de lo que hablo o incluso lo has vivido en tus propias carnes.
La gestión del riesgo es posiblemente la asignatura olvidada de los traders, aquella a la que menos le prestamos atención y, sin embargo, es absolutamente la más importante. Es aquella que te evita caer en la ruina y que te consiente estar otro día en el mercado. Solo pensando en cómo preservar nuestro capital podemos mantenerlo y conservarlo. Por ello, llevar una hoja de trades es tan importante y requiere hacerse en modo rutinario. La gestión del riesgo no es más que las matemáticas de una casa donde no compras más de lo que te puedes permitir, cierras grifos de agua y bajas el consumo de luz para no caer en gastos innecesarios.
“La gestión del riesgo te salva de la ruina en bolsa”. (Escuela de Trading. Planeta 2018)
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¡Buen Trading!