Tras el fatídico 2018, con todos los activos cerrando el año en negativo y en un periodo cargado de malas noticias, tanto económicas como políticas, parece que 2019 se ha iniciado con mayor alegría.
Aunque al principio 2018 parecía que iba a ser un ejercicio excepcional para las bolsas, después de un 2017 bastante plano, terminó mucho peor de lo descontado. Las razones principales las encontramos en la política americana, en cuanto a las expectativas de relación de los mercados y la situación real de la economía. Trump ha provocado un cortocircuito en la actividad que pretendía acelerar mediante inversiones en infraestructuras. Vemos difícil que lo logre en los dos próximos años, los que le quedan de mandato, por el resultado de las elecciones de mitad de noviembre.
En 2019 hay cinco claves que los inversores españoles deben tener en cuenta:
Bolsas: la mejora de los resultados de las compañías a nivel global hace que se presente como un año estrella, con muy buenas perspectivas de revalorización.
Bonos: Tras no explotar la burbuja en 2018, parece que los bonos en este año no serán el activo en el que estar. Las posibles subidas de tipos se pueden producir en todos los plazos y en todos los países. Aconsejamos mirar con cuidado estos valores.
Tipos de interés: Ante la paralización de subidas de tipos a corto de la FED para este año parece claro que lo que seguiremos teniendo son tipos de interés próximos a cero en Europa. Los inversores deben huir de los depósitos, que seguirán en negativo.
Divisas: Los movimientos entre Europa y EEUU traerán como resultado un más que probable aumento del dólar. No sería de extrañar ver la paridad entre estas monedas.
Oro y petróleo: La inflación, que aparecerá de nuevo, nos lleva a la revalorización de la mayoría de las commodities, y estos activos protagonizarán importantes subidas.
Pese a la incertidumbre política, con las elecciones europeas, autonómicas y municipales a la vuelta de la esquina, vemos que las expectativas son buenas y los mercados nos darán un respiro este año.