Esta semana hemos sabido que la dotación a Pensiones ha marcado su máximo histórico en mayo de 2024, destinándose en 12.732,2 millones de euros al pago de la nómina ordinaria mensual de las pensiones contributivas, un 6,3% más que en el mismo mes de 2023, según ha informado el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
De los 12.732 millones de euros que se dedicaron en mayo a la nómina ordinaria de las pensiones contributivas, casi tres cuartas partes (el 73,1%) se destinaron al pago de las pensiones de jubilación, que sumaron un importe de 9.313,3 millones de euros, un 6,7% más que en mayo del año pasado.
A las pensiones de viudedad se destinaron 2.105,4 millones de euros, un 5,3% más que hace un año, mientras que a las prestaciones por incapacidad permanente se dedicaron 1.108,4 millones de euros (+4,7%).
Por su parte, el pago de las prestaciones por orfandad conllevó un importe de 171,1 millones de euros (+5%), y el de las prestaciones a favor de familiares totalizó 34,1 millones de euros (+8,5%).
Esta cifra récord supone una carga al Estado difícil de mantener sin realizar serios ajustes o por lo menos sentarse a pensar por dónde va nuestra situación. Sin embargo, los políticos siguen centrados en las elecciones, encadenamos con las europeas las terceras elecciones en los últimos tres meses. Difícilmente a alguien le preocupa el déficit o la falta de ingresos para realizar los pagos. Miseria pura.
El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, comúnmente conocido como la 'hucha' de las pensiones o hucha de los planes de pensiones, es de donde salen los pagos a las Pensiones. Se atribuye su creación “como consecuencia de la exigencia institucional para el sistema de Seguridad Social de establecer fondos especiales y reserva destinados a atender las necesidades futuras en materia de prestaciones”. En otras palabras, se trata de un colchón de seguridad que tiene como objetivo atender los pagos a los que se enfrenta la Seguridad Social.
En los últimos años, la polémica ha crecido en torno a este fondo de reserva debido a que desde 2018 se ha tenido que utilizar en repetidas ocasiones para hacer frente a los pagos comprometidos con los contribuyentes. La elevada tasa de paro es el factor que explica que la hucha de las pensiones haya caído más de un 50% en los últimos 3 años, quedando actualmente en 5.500 millones de euros. Al problema del paro hay que sumarle, además, el envejecimiento de la población originado por la baja natalidad.
Pero, ¿cómo se llena el fondo? Los ingresos que recibe el fondo se llenan con los excedentes de la Seguridad Social, el excedente derivado de la gestión por parte de las mutuas de accidentes de trabajo e incapacidad temporal y de los beneficios que obtenga la inversión del fondo en deuda soberana.
El fondo invierte ese patrimonio en una serie de activos para aumentar su dotación. Eso sí, no puede correr riesgos. La inversión está restringida únicamente a activos de muy alta calidad crediticia. Los criterios de inversión del último año disponible son de 2020, donde se señala que invirtió en deuda pública española, alemana, francesa y de los Países Bajos, así como en activos emitidos por el ICO.
El sistema de pensiones públicas tiene fecha de caducidad y no ya por una crisis económica, sino demográfica. El número de cotizantes es cada vez menor y es mayor el número de pensionistas. Debido a esto, cada vez son más los ahorradores que deciden asegurar su futuro e invertir en un plan de pensiones privado. La solución para tu futuro como pensionista viene de la mano de la búsqueda de un buen plan de pensiones privado, y que seas tú el que decida cómo salvar tu jubilación. Desde Feelcapital y con Feelcapital50 PP estamos en la lucha y creo que merece la pena.