El coronavirus se ha convertido en el titular de noticias dominante en los últimos meses, lo tenemos hasta en la sopa (esperemos que no), y convenientemente ha sido calificado como el culpable del inicio de una nueva crisis financiera. Si bien el coronavirus puede haber sido el detonante, no es la razón de este colapso económico repentino.
Una deuda que supera al PIB anual de muchos de los países de primer mundo, una regulación gubernamental con años de retraso que no posibilitan la innovación abierta, la intervención constante de los bancos centrales en la inflación que surge como consecuencia de las mismas... Todos estos factores parecen ominosos, pero hay formas de aprovechar esta situación.
LAS ACCIONES DE LA RESERVA FEDERAL
La Fed, en una respuesta de pánico al coronavirus, redujo su tasa de interés de referencia a 0%. El resultado ha sido una volatilidad extrema en los rendimientos de los bonos y las tasas hipotecarias.
En consecuencia, una oportunidad inmediata que se presenta es una refinanciación de las hipotecas. Las tasas hipotecarias han llegado a alcanzar mínimos históricos en un préstamo a 30 años en EEUU. Los bancos están teniendo dificultades para responder a la gran demanda de solicitudes de refinanciación.
Las tasas de interés a largo plazo aumentarán a pesar de estar actualmente en mínimos históricos, lo que hace que quizás esta crisis financiera no sea del todo mala.
¿Y por qué acabarán subiendo de nuevo las tarifas?
La Fed está suprimiendo artificialmente las tasas esencialmente imprimiendo dinero y comprando bonos del Tesoro de Estados Unidos, así como deuda corporativa. Debido a esta acción antinatural, los tenedores de bonos existentes verán subir los precios de sus bonos y querrán vender (piense en Japón o China). Esta presión de venta sobre los bonos hará que las tasas de interés aumenten. Esto ocurrió a principios de este mes, junto con una volatilidad sustancial en el mercado de bonos:
Bono del tesoro de EEUU a 10 años:
En condiciones de libre mercado, las tasas de interés caen naturalmente cuando las personas ahorran más. Siguiendo con el ejemplo de EEUU, siendo además la referencia de potencial contagio si se produjera un colapso económico real, los estadounidenses en total acumulan una deuda familiar de mas de 14 billones de dólares, pero las tasas de interés sin embargo no están bajando por esta razón, de ahí que no durarán demasiado.
METALES PRECIOSOS, CRIPTOMONEDAS Y EFECTIVO
El gobierno de EEUU y la Fed van a emitir 2 billones de dólares para rescatar a la economía estadounidense, y de aquí surgen los cripto-revolucionarios aprovechando la situación narrativa para explicar por qué las criptos se "irán a la luna".
Para el oro, este puede ser el caso. El oro ha conservado su valor fiduciario en los últimos 3 meses y ha aumentado alrededor del 8% en la última semana. El oro físico ha sido dinero durante miles de años y es un refugio comprobado para preservar el poder adquisitivo.
Sin embargo, las criptomonedas cayeron incluso más de lo que cayó el mercado de valores de EEUU, por lo que difícilmente pueden considerarse un refugio.
Gráfico BTC de 1 mes:
Las criptomonedas siguen siendo extremadamente especulativas, aunque tienen mucho potencial, especialmente para aquellos con baja preferencia temporal.
El efectivo es un lugar neutral para estar en este momento. La inflación aún no se ha manifestado, pero es inminente. Si bien la Reserva Federal está decidida a mantener la liquidez en los mercados y evitar una crisis crediticia, tener efectivo en sus cuentas y en casa es una apuesta sólida.
Desde mi punto de vista, no creo que hayamos tocado fondo todavía en el mercado de valores. Cualquier persona con un plan de jubilación esencialmente ha perdido todos los beneficios obtenidos desde el verano de 2017:
Un gobierno que imprime más dinero solo causará más inflación, y lo último que la población querrá comprar son acciones en crisis. La gente querrá cubrir sus necesidades, como comida, agua y atención médica.
Efectivo, activos digitales, activos físicos líquidos y propiedad privada son verdaderas indicaciones de riqueza. Mantenernos firmes en esas posiciones nos harán resistir la tormenta (como siempre lo hacen) y preservará el poder adquisitivo de cada uno.