Dada la continua caída de los mercados, y que cada vez que hablas con alguien todos comentan que las cosas solamente pueden empeorar. Nos podemos preguntar ¿Por qué seguir invertidos?
Desde mi punto de vista, la respuesta es muy sencilla. Si tu inversión está diversificada y haces ajustes periódicos de la cartera esto te puede dar un resultado magnifico. Además reduce el peligro de tomar decisiones equivocadas provocadas por el mercado y por el miedo al día a día.
Cada mercado bajista parece lo peor y desde luego provoca una sensación de pánico en el inversor. Pero las caídas siempre llegan a su final y renace la esperanza. Las mejores oportunidades siempre aparecen cuando el pesimismo se extiende. La inflación es un asunto importante, pero el entorno macro no es tan pesimista como en la pandemia en el 2020, la crisis financiera del 2008 y todas las crisis anteriores a estas que hemos sobrevivido.
Las Bolsas Mundiales han perdido alrededor del 25% desde el principio del año, la Bolsa Española ha marcado un diferencial y desde el comienzo del año sólo ha perdido un 15%. Mientras tanto, el dinero emitido por los Bancos Centrales durante la pandemia se mantiene activo y puede ayudar a situar los precios de los activos de nuevo más altos. Los mercados bajistas suelen venir de muchas formas y tamaños, siempre suelen sorprendernos. La caída media desde 1950 es de un 35% desde lo más alto a mínimos y suele durar más o menos un año y medio. Algunos mercados bajistas han sido más cortos pero menos graves, otros más duraderos pero mucho más dañinos. A nadie le puede sorprender si todavía vemos algunas caídas en los próximos meses o si al contrario la recuperación comienza muy rápido.
No importa como lo mires o te sitúes ahora mismo. Las partes finales de los mercados bajistas tienden a ser dramáticas, de la misma manera que las recuperaciones y esta no te gustaría perdértela de ninguna manera. Uno de los mayores riesgos para un inversor a largo plazo es vender justo cuando las cosas se están poniendo peor. Las recesiones y los mercados bajistas nos han acompañado durante la mayoría de las últimas décadas, y en algunos casos más de una vez. Por lo tanto, debemos descontar que esto nos va a pasar. Pero la situación natural de la economía, la población, la oferta monetaria, los beneficios y los precios de las acciones en la bolsa están creciendo. A pesar de la malísima situación actual del mundo en todos los sentidos, la realidad es que las condiciones fundamentales no han cambiado y las reglas del pasado se siguen cumpliendo.
Dejando aparte errores emocionales, un año malo no provoca que debamos cambiar nuestros planes. Mantener una posición a largo plazo no significa no hacer nada. La volatilidad actual de los mercados permite beneficiarse de los ajustes de cartera y de las ventajas fiscales. Rebalancear la cartera ayuda a ajustar lo que ha ganado más a lo que ha perdido más y sobre todo lo que te lleva es a situarte sólo pendiente de una recuperación que más tarde o más temprano llegará.