des billets en yens japonais

Habría sido razonable suponer que la decisión del Banco de Japón (BoJ) de eliminar el mes pasado el único tipo de interés negativo que quedaba en el mundo se traduciría en una apreciación del yen. Al fin y al cabo, unos tipos de interés más altos aumentan el atractivo de una divisa entre los ahorradores e inversores internacionales. Pero el mundo real no siempre se alinea con las expectativas, y el yen ha caído frente al dólar desde la primera subida de tipos del Banco de Japón en casi dos décadas, dejando al Gopher (apodo del par USD/JPY) cerca de su nivel más bajo en 34 años.

Es más, los operadores esperan que esta tendencia continúe: han estado acumulando posiciones a que el yen caerá, a pesar de las repetidas advertencias de las autoridades japonesas de que podrían intervenir para frenar la caída de la divisa. La semana pasada, el número neto de contratos de futuros sobre yenes en descubierto por parte de fondos de cobertura y gestores de activos alcanzó su nivel más alto en 17 años, con 148.388 contratos.

Y todo esto se debe a dos cosas principales:

1. El Banco de Japón declaró el mes pasado que las condiciones financieras seguirán siendo favorables en el país, lo que sugiere claramente que su primera subida de tipos en 17 años no será el inicio de un ciclo de subidas agresivo, similar a los que han sufrido recientemente EE.UU., el Reino Unido y Europa.

2. La sorprendente fortaleza de la economía estadounidense ha llevado a los inversores a reducir sus apuestas sobre recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal. Así que, aunque Japón está subiendo los tipos de interés desde su punto bajo cero, esos tipos siguen siendo insignificantes comparados con los de EE.UU. y probablemente sigan así durante un tiempo.

Pero todas esas apuestas contra el yen podrían preparar a la divisa para un perfecto apretón de cortos (más conocido como un short-squeeze en inglés) si el Banco de Japón decide intervenir enérgicamente a favor del yen, una medida que podría obligar a los operadores a correr a cubrir sus cortos comprando yenes. Y si todo esto ocurre, las empresas japonesas también se resentirán. Los mayores exportadores y multinacionales del país se han beneficiado de los niveles más bajos del yen en décadas, un factor monetario que aumenta sus beneficios en el extranjero cuando se convierten a yenes. Pero si el yen se fortalece, ese aumento de los beneficios podría convertirse en un lastre.

contador