Invertir bien a largo plazo requiere que prestes atención a tres decisiones muy simples y después aplicar una gran dosis de paciencia. Casi todos los académicos que han estudiado sobre inversión te dirán que es más probable que maximices tu riesgo sin ajustes si minimizas tu fiscalidad. Resumiendo, diversifica tu cartera y minimiza los impuestos.
Comisiones Bajas. El mayor lastre para el rendimiento de una cartera de inversión continúan siendo las comisiones elevadas que además aparecen ocultas, las conocidas como comisiones implícitas. El problema de los fondos en España es que el inversor considera que la inversión en fondos es gratuita, es decir, que los fondos no tienen comisiones ya que estas no se pagan de forma explícita sino que van incluidas en el valor liquidativo. Una comisión de gestión entre el 1% o el 2% puede no parecer mucho, pero en un mercado que está produciendo un 6% podrías estar renunciando a más de un tercio de tus ganancias totales. Y si el mercado está dando rentabilidades negativas, el coste de la gestión se suma a las pérdidas de tal manera que si el mercado pierde un 1% tu fondo con una comisión del 2% te llevará a una pérdida total del 3%
Diversificación y Rebalanceo. Los estudios han demostrado una y otra vez que una cartera diversificada ofrece rendimientos ajustados al riesgo superiores a una cartera que sólo se compone de acciones o con pocas clases de activos. Puede que sea contrario a la intuición, pero una cartera diversificada funciona mejor cuando se reequilibra automáticamente, lo que en lenguaje técnico se llama rebalancear la cartera. El conocimiento y asesoramiento en una amplia variedad de clases de activos y mercados ayudará a gestionar de manera óptima una cartera diversificada.
Eficiencia Fiscal. Benjamin Franklin citó la muerte y los impuestos como las únicas dos cosas que son ciertas en este mundo. Muchos inversores, sin embargo, toman decisiones de inversión sin tener en cuenta el impacto fiscal. El impacto de Hacienda sobre las inversiones puede ser minimizado mediante la inversión en fondos que, en España, tiene el traspaso como ventaja.
No es suficiente con sólo seguir estos puntos. Como individuos, los estudios sobre las finanzas conductuales demuestran que no siempre somos racionales con el dinero. Numerosos ejemplos han demostrado que los inversores individuales no invierten hasta que los mercados financieros han subido y luego los venden cuando han bajado. Este tipo de comportamiento conduce el inversor medio a perder hasta un 4% cada año.
El momento de invertir es imposible de acertar, por eso hacer inversiones periódicas mes a mes nos ayuda a evitar intentar hacer “timing” de mercado, también en el mundo de las pensiones es preferible hacer aportaciones mensuales que no dejar todo para el cierre final del año. Las ventajas fiscales en pensiones se producen al año siguiente con la declaración de la renta, por lo tanto para que las aportaciones a tus planes sean eficientes es necesario aportar mensualmente y buscar planes que tengan el menor coste posible, una estrategia de inversión eficiente y que se correspondan a tu perfil de riesgo.