La industria del acero es muy cíclica. El acero está en casi todo lo que nos rodea y su evolución depende de la economía, del consumo, de la capacidad de producción global y de los aranceles, ya que se trata de una materia prima que viaja bien. Los principales clientes son la automoción, la construcción, maquinaria, industrias de transporte, etc. El acero inoxidable y el acero carbono, por su parte, a pesar de ser muy diferentes, son igual de cíclicos, con los mismos problemas de sobrecapacidad global, proveniente principalmente de China.
En los últimos años se ha producido una enorme volatilidad en la industria. Con la pandemia se produjo una caída en picado de la actividad económica y del consumo de acero, seguido de un año 2021 con una fuerte recuperación, también distorsionada por los problemas en la cadena de suministro. Estos problemas también afectaron a 2022, junto a la inflación y a la guerra de Ucrania. Las subidas de tipos de interés, el descenso en el consumo de acero y el proceso de reducción de inventarios afectó a la rentabilidad de los fabricantes de acero en 2023. Esto ha seguido afectando en el primer semestre de 2024, con niveles bajos en la producción de acero, peor en Europa que en EEUU. El impacto de los elevados tipos de interés en los principales mercados consumidores de acero ha hecho que la demanda de acero se haya mantenido muy baja en EEUU y en Europa.
El segundo semestre de 2024 está impactado por la ralentización de los meses de verano en Europa y la menor actividad característica del final de año, especialmente en EEUU, por lo que no esperamos un cambio relevante en la segunda parte del año. A pesar de ello, estimamos que, con los niveles de inventarios bajos y la progresiva reactivación económica generada por las bajadas de tipos de interés, la demanda real comenzará a aflorar y se podría iniciar un nuevo ciclo de subidas de precios y reposición de stocks en las cadenas productivas. El grado de reactivación económica y el nivel de sobrecapacidad, junto al nivel de protección arancelaria, incidirán también en las subidas de precios del acero en EEUU y en Europa y en el aumento de la producción. Habrá que seguir con atención la evolución de China, afectada por la crisis inmobiliaria, ya que es el primer fabricante mundial de acero, con cerca del 50% de la producción global. Si el consumo interno se mantiene débil y no se contiene la producción de acero, seguiremos viendo la presión global del acero chino, contenida por las protecciones arancelarias en los diferentes continentes.
El EBITDA de Acerinox en el primer semestre de 2024 bajó un 49%, hasta los 236 millones de euros, destacado la buena marcha de VDM y la resistencia del mercado americano. Se espera que las autoridades de competencia de Austria y Reino Unido se pronuncien sobre la compra de la estadounidense Haynes en el cuarto trimestre. En EEUU, los inventarios siguen por debajo de la media de los últimos años y los precios base permanecen estables después de la bajada de principios de año. En Europa, los niveles de inventarios se mantienen por debajo de la media de los últimos años y los precios han iniciado una ligera recuperación desde mínimos históricos. En EEUU se espera que las inversiones de ampliación de capacidad en NAS arranquen a finales de 2025, lo cual sería un buen catalizador para el medio plazo.
En ArcelorMittal, con un perímetro constante, las entregas de acero en el primer semestre de 2024 bajaron un -1,1% en comparación con el mismo periodo del año anterior. El EBITDA bajó un -25,7%, por el estrechamiento de márgenes, menor volumen y por el impacto de la huelga en la planta de México. La demanda sigue siendo débil y los clientes se mantienen a la expectativa. En el segundo trimestre de 2024 todavía no se apreciaba la vuelta a la acumulación de inventarios, muy bajos, sobre todo en Europa. El exceso de producción de acero de China, una vez más, conlleva un estrechamiento de márgenes locales, ya muy bajos, que se transmiten a otras regiones vía exportaciones agresivas.
En este contexto, el consenso de analistas espera una recuperación del EBITDA de Acerinox del 33% en 2025 hasta los 722 millones de euros, en parte por la incorporación de Haynes. Sin esta adquisición, el crecimiento del EBITDA de Acerinox estaría en torno al +12%-14%, en línea con el crecimiento esperado para el EBITDA de ArcelorMittal.