El rally de Navidad es el período estacional alcista que tiene lugar en la bolsa de valores entre la semana anterior a Navidad y las primeras sesiones en enero. En esa temporada hay grandes movimientos, como el flujo de dinero recibido de los planes de pensiones para aprovechar las ventajas fiscales o las grandes entidades financieras, que deben justificar los resultados anuales a sus clientes.
Por último, pero no menos importante, los movimientos producidos en esta temporada se utilizan para preparar el 'efecto enero', que significa técnicamente crear la tendencia principal para el año siguiente.
Nunca antes el rally de Navidad ha adquirido una importancia enorme como este año, debido al hecho de que, después de una década de mercado alcista y un 2019 completamente verde, todos los inversores y traders quieren saber si habrá una corrección o un desplome del mercado de proporciones bíblicas.
Todavía no está claro si hay una situación contraria a la de 2018, o un mercado que comenzará su propia corrección en el período navideño.
El actual 2019 ha sido un año inesperadamente alcista y todo indica que en diciembre tendremos este rally de Navidad. Sin embargo, hay algunos elementos inquietantes de los que depende el futuro de los mercados, a corto y mediano plazo: la Reserva Federal y la continuidad en las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China.
La presión al alza podría totalmente ignorarse en caso de que Donald Trump o Xi Jinping cancelen las negociaciones de una forma 'traumática'.
Tengamos en cuenta que se han realizado muchos progresos en las negociaciones, de forma detallada y en diferentes fases. Esto ha permitido que los mercados de valores siguieran subiendo. Aunque Trump dijo que estos acuerdos podrían cerrarse por completo incluso después de las elecciones presidenciales de noviembre de 2020, no sabemos muy bien qué sucederá el 15 de diciembre, cuando los nuevos aranceles se activarán automáticamente si no hay al menos la firma de la Fase 1 del acuerdo antes de esa fecha.
Por lo tanto, un deterioro repentino en las negociaciones o una anulación completa de las mismas implicaría un claro cambio de tendencia en los mercados.
La Fed podría plantear algunos problemas, ya que ha dicho que no habrá más recortes de tipos. Tenemos en cuenta que la liquidez introducida por la Fed en los mercados es realmente muchísima, así como la disponibilidad de numerosos instrumentos para intervenir si es necesario. Lo que Powell ha comentado varias veces en reuniones pasadas.
Si es cierto que la Fed hace 'el juego' del mercado a través de operaciones de monetización directa, también es cierto que no le estamos dando ninguna importancia a las noticias negativas y a las numerosas señales macroeconómicas que nos dicen que algo se está agrietando. Un 'lassez faire' que no acopla en la situación actual del mercado.
La panorámica general indica que las compras dominarán en las bolsas de valores también esta Navidad, pero todo sigue siendo muy frágil y todo puede cambiar de la noche a la mañana.
Si tenemos en cuenta la deuda pública excesiva, la volatilidad de los mercados bursátiles, que ha aumentado dramáticamente con las máquinas algorítmicas, tipos de interés permanentemente bajos a los que agregamos deflación, una crisis crediticia, el deterioro de los datos macro a nivel mundial y el difícil mercado de la renta fija en Europa, tenemos una bomba lista para explotar.
El 2020 se presenta como un gran desconocido. Ciertamente no por las posibles subidas continuas, sino por el hecho de que las posibilidades de un colapso del mercado aumentarán exponencialmente mes tras mes. 2019 trajo subidones espectaculares en un escenario de baja volatilidad, gracias sobre todo al sistema creado por los bancos centrales.
El oro y el bitcoin representan herramientas valiosas de mantener en nuestra cartera. La posibilidad de una revaluación del dólar es baja, mientras que el accionario se mantiene como rehén de los elementos "perturbadores" mencionados anteriormente.
Las estrategias que se adoptarán en 2020 serán el tema de los próximos artículos. Mientras tanto, vale la pena pensarlo un poco: ¿cuánto durará este teatro organizado por los bancos centrales? El verdadero problema no será el colapso de los mercados, una vez más planeado en los más mínimos detalles, sino las consecuencias en nuestras vidas reales.
Una habilidad rápida para reaccionar a los eventos hará la diferencia. Para comprender si estamos ante una posible reversión del mercado, debemos seguir todos los eventos macro. Un colapso de un banco importante, o agitaciones continuas, pueden darnos pistas interesantes.
Si nuestro interés no puede dejar de estar atado a la especulación, recordemos la regla de oro: nunca prever, solo seguir. El 'golpe' bajista solo se escuchará después, por lo que solo tenemos que estar atentos y esperar un aumento vertiginoso de los movimientos de los precios, que podrá dictar nuevas señales sobre un posible colapso del mercado.
Como siempre, los movimientos de las manos fuertes marcarán la diferencia, nunca podemos predecir nada, pero podremos interpretar estos esquemas operativos para poder operar en consecuencia. Esto nos permitirá experimentar los mercados de la manera más lógica, sin emociones negativas y con un control total de nosotros mismos.
¡Buena semana de trading a todos!