Una vez aprobada la fusión CaixaBank y Bankia, los inversores que tienen contratados planes de pensiones en estas entidades financieras se preguntan cómo les puede afectar esta nueva situación. En primer lugar, el patrimonio total de estos planes en toda España a fecha 30 de junio de 2020 era de casi 112.000 millones de euros, por lo que de esta reorganización bancaria surge la primera gestora de fondos de pensiones de España y probablemente de Europa, con un patrimonio conjunto de más de 37.000 millones de euros.
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CaixaBank pagará 0,685 acciones por cada título de Bankia para absorberla¿Qué puede ocurrir? Habría que valorar dos aspectos. Uno negativo, y es que al reducirse la competencia, la tentación de la nueva gestora de ofrecer a los partícipes productos propios que les den grandes beneficios, aumentando aún más las comisiones y olvidándose de la rentabilidad, está siempre sobre la mesa.
El positivo es que la llegada a nuestro país de los planes de pensiones paneuropeos, cuyo retraso no puede prolongarse más allá de 2021 según la normativa de Bruselas, ofrecerá más y mejores soluciones de inversión de cara a la jubilación, rentables y baratas si las comparamos con las actuales.
Por otro lado, mentiría si dijera que me tranquiliza que el Estado tenga el 16% de Caixabank tras la fusión. Conociendo las intenciones del actual Gobierno de modificar la fiscalidad de los planes de pensiones, no dudo de que presionará lo que pueda para que sea el propio banco el que promueva planes de pensiones colectivos, como ya se encargó de anunciar la pasada semana el ministro Escrivá, en detrimento de los privados.
Lo cierto y verdad es que esta no va a ser la última fusión. Pronto solo quedarán tres grandes bancos y cuatro pequeños, y esa concentración bancaria no será buena para el inversor. Teniendo en cuenta que esta industria de las pensiones siempre ha estado desmesuradamente en manos de las entidades financieras, optar por la desintermediación puede ser una solución a este problema que viene. Productos como los neofondos de pensiones, con ínfimas comisiones y centrados en la personalización de la inversión y la rentabilidad del partícipe, tienen que ser un remedio. Feelcapital 50 fue el primero, espero que pronto vengan muchos más.