La tecnología blockchain no cesa de evolucionar, y prueba de ello son los numerosos cambios que se avecinan en los próximos meses en las principales plataformas. La primera en recibir cambios será Ethereum, que a mediados del verano, entre julio y agosto, recibirá una gran actualización conocida como ‘EIP1559’. Bajo este críptico nombre encontramos una serie de modificaciones que afectarán presumiblemente al precio de la criptomoneda ETH. Las claves de la modernización de la red residirán en los cambios a nivel de tarifas y en la quema de transacciones de Ethereum.
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¿Qué son los fondos ETF Blockchain?El objetivo de los desarrolladores es reducir el volumen de comisiones que reciben los mineros por su trabajo y así reducir los costes de transacción, haciendo la red más atractiva para inversores y empresas que quieran realizar su proyecto sobre ella. Con la ‘EIP1559’, estos mineros, encargados de mantener la seguridad de la red y aumentar el número total de ETHs, verán reducidos de forma significativa sus ingresos.
El incentivo a la minería a través de las comisiones será sustituido por unas nuevas tarifas base, que se incrementarán según la saturación de la red, medible a través de la cantidad de operaciones que se registran en Ethereum. Por tanto, es de esperar que en los días que la red gestione un número de transacciones menor de lo habitual, el ritmo de creación de ETHs será inferior al de su desaparición, convirtiendo esta criptomoneda en deflacionaria, mejorando previsiblemente su visión entre los inversores como una reserva de valor segura. Uno de los factores al que se ha recurrido de forma habitual para explicar la enorme diferencia de precio entre Bitcoin y Ether es que la primera tiene prevista una emisión finita de criptomonedas -21 millones-, mientras que la producción de Ether es, al menos en la teoría, ilimitada. La pérdida de estímulos para la minería supondría de facto una paralización en la producción de moneda.
‘EIP1559’ será por tanto el mayor aporte de valor sobre la red antes de la llegada de Ethereum 2.0, la futura renovación de esta tecnología blockchain que se espera en algún momento de este año o comienzos del que viene, y que traerá consigo un aumento exponencial de la eficiencia energética y de la capacidad de resolver operaciones por segundo en la red. Con todo ello se espera no quedarse atrás en la carrera por ser la tecnología blockchain dominante en un futuro cercano.
Ethereum busca renovarse y ha conseguido adelantarse en el proceso a Bitcoin, que acaba de anunciar tras cuatro largos años de espera su próxima actualización. A diferencia de la de 2017, conocida entre la comunidad minera de esta criptomoneda como ‘La última guerra civil’, esta modernización de la red, con el nombre en clave de ‘Taproot’, sí ha reunido el consenso de toda la comunidad. Bitcoin, que hasta ahora ha basado su principal aporte de valor en su propio precio, espera a partir de noviembre con Taproot aumentar sus funcionalidades para poder competir a largo plazo con otros actores, factor que ha logrado empujar a su comunidad al fin a ponerse de acuerdo en las modificaciones.
Dos son las principales novedades: un incremento en la privacidad que hará indistinguibles las transacciones simples de las que involucran a varias firmas, operaciones más frecuentes entre inversores institucionales como a los que prestamos servicio en Onyze y que verán reducida su exposición en la blockchain. La otra gran novedad será la incorporación masiva de los ‘smart contracts’, uno de los mayores atractivos de la red de Ethereum y que hará ahora a Bitcoin más atractivo para el mundo DeFi, esto es, de las finanzas descentralizadas.
También habrá que tener en cuenta en los próximos meses a Hedera HashGraph, a quienes muchos expertos consideran como la tercera generación de blockchain y como la sucesora espiritual de Bitcoin y Ethereum. En realidad no es una blockchain al uso, sino una readaptación de dicha tecnología ya patentada con el nombre de HashGraph y que elimina a los mineros de la ecuación.
Con sede en Texas, en realidad Hedera no es una empresa al uso, sino que su consejo de gobierno está formado por ejecutivos de 39 compañías, entre las que se encuentran Google, IBM o LG, todas ellas incorporadas al proyecto en el último año, que aún está en su fase inicial. Este amplio apoyo institucional a Hashgraph, en comparación con el relativo anonimato de los desarrolladores de la red de Bitcoin o Ethereum y las importantes mejoras que suponen su sistema, con una capacidad de resolver hasta 10000 transacciones por segundo (frente a las 12 de Ethereum o las 3 de Bitcoin), hacen que Hashgraph pueda convertirse en la mejor opción al menos para las compañías que operan a gran escala y necesitan ejecutar miles de transacciones por segundo. Solo el tiempo dirá si logra arrebatar cuota de mercado a Bitcoin y Ethereum, especialmente si los cambios anunciados en estas son exitosos.
En cualquier caso, aunque sea difícil adivinar cuál será la tecnología blockchain dominante en el medio y largo plazo, lo cierto es que esta alta competitividad ya está mostrando sus frutos, con innovaciones muy relevantes. Esto hace el sector de las criptomonedas cada vez más atractivo para actores e inversores tradicionales, que poco a poco están cada vez más presentes en la industria, depositando sus activos en servicios de custodia y confiando en las DeFi como eje de prosperidad y eficiencia.