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Desde los inicios de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el poder militar ruso se topó con el coraje de una nación defendiéndose con uñas y dientes, ojalá esto fuese suficiente para parar la guerra, pero Putin no se retirará tan fácilmente. Desde el inicio Putin dejó muy claro que esta sería una guerra de escalada, un eufemismo para definir una realidad potencialmente catastrófica.

Una escalada por parte de Rusia significa que, haga lo que haga el mundo, Putin amenaza con ser más violento y destructivo, llegando incluso al uso de armamento nuclear. Ante una amenaza mundial como esta no cabe retirada posible, no sólo porque dejar a Ucrania a su suerte sería ética y moralmente un error, sino porque Putin no pararía ahí, su siguiente objetivo sería Georgia, Moldavia o los países bálticos.

No parará hasta que le paren... La escalada es la táctica que usa Putin porque es la única que le puede permitir transformar la derrota en victoria. La primera oleada de la invasión ha resultado ser un desastre táctico pensada para un país que no opondría apenas resistencia, cuando la realidad es que cualquier país se defiende, con sus medios, de cualquier intento de invasión extranjera. Lo único que ha conseguido esta primera oleada es elevar el estatus del presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, al de héroe de guerra, insuflando coraje a toda la población.

Al enfrentarse a este revés y a las severas sanciones de Occidente, la escalada de Putin ha llevado al ejército ruso a asediar las principales ciudades y usar armamento pesado para atacar posiciones civiles, un crimen de guerra. En Rusia ha impuesto un control férreo sobre los medios de comunicación para que radien sus mensajes institucionales y ha amenazado a Occidente con una guerra nuclear. El principal peligro de una escalada así es que se convierta en una prueba para ver quién está más dispuesto a llegar al extremo.

Algunos pueden alegar que no tiene sentido salvar a Ucrania si esto desencadena una espiral que pueda acabar con la civilización, pero Putin ya ha dicho que quiere sacar de la OTAN a los países del antiguo Pacto de Varsovia y a EEUU de Europa. Otros pueden querer cortar la escalada de Putin antes de que sea demasiado tarde, las imágenes de sufrimiento que se captan en las ciudades ucranianas hacen que aumenten los llamamientos a la OTAN para que establezca una zona de exclusión aérea en el país lo que implicaría derribar cazas rusos y destruir sus defensas aéreas. La OTAN está obligada a mantener separado el apoyo a Ucrania de un posible ataque a Rusia mientras deja muy claro que defenderá a sus miembros a toda costa.

¿Cómo frenar la escalada de Putin sin llegar a la devastación? Occidente debe seguir apretando las tuercas a la economía rusa, los países que apoyan a Ucrania pueden seguir mandando más y mejores armas y la OTAN debe reforzar su posición en los países miembros fronterizos.

La diplomacia sigue importando, pese a que en las primeras negociaciones Rusia ha hecho peticiones indignantes mantener comunicaciones puede prevenir una guerra de desgaste ofreciendo siempre una discreta salida del conflicto a los altos cargos rusos e incluso al mismísimo Putin.

También es importante recordar a los altos mandos militares rusos y a los oligarcas que los crímenes de guerra que se están registrando serán castigados individualmente.

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