Como comentábamos la semana pasada, la aceleración de la digitalización en el sector financiero por el Covid-19 ha provocado un cambio de comportamiento de los inversores, especialmente en los partícipes de fondos. Esta vez, a diferencia de la crisis anterior, no han movido sus posiciones hacia los depósitos. Las causas de este cambio son diversas, pero a continuación voy a detallar las tres más importantes:
Primera: El confinamiento nos ha permitido incrementar el tiempo que dedicábamos a nuestras finanzas personales. La realidad económica que vivimos ha aumentado los temores y las preocupaciones, y gracias a Internet hemos podido informarnos y comparar. Es decir, se ha fortalecido nuestra cultura financiera.
La consecuencia inmediata es que en esa búsqueda comparativa la mayoría de los partícipes ha aprendido y ha optado por seguir manteniendo su dinero en los fondos de inversión por un motivo muy sencillo: no hay activos que ofrezcan una rentabilidad segura como en la última crisis lo hicieron los depósitos extratipados.
Segunda: Los activos libres de riesgo no dan rentabilidad, por lo que se han empezado a revisar perfiles de riesgo. Antes, era muy normal mantener el nivel de aversión al riesgo en la misma posición durante años. Ahora se está empezando a asimilar que sin riesgo no hay rentabilidad, primera lección que permite mirar al futuro con otra óptica. Y en ese camino, saber cuánto estoy dispuesto a perder para poder ganar es una reflexión que estamos haciendo cada vez más inversores. Y muchos más lo harán próximamente.
Tercera: Un nuevo segmento de edad, los inversores mayores de 60 años, está empezando a moverse hacia activos con más riesgo. Personas que antes estaban tranquilas con sus inversiones, sin moverlas en años, han dado ese paso sabedoras de que los resultados anteriores no van a volver a repetirse.
Si bien es cierto que la cultura financiera se ha reforzado, es muy difícil que en tan poco tiempo se corrija un déficit de tantos años. Por eso es necesario contar con un asesoramiento activo que sea capaz de mejorar los resultados de los índices. Saber más es solo un paso para que la individualización de la inversión, la que tantos años llevamos promoviendo desde Feelcapital, alcance a todos los partícipes. Disponer de asesores que busquen lo mejor para nuestro dinero en función de nuestro perfil de riesgo es otro no menos importante.