Que el sector bancario está inmerso en un proceso de transformación digital es algo ya fuera de toda duda. Desde que el que el bitcoin apareció en escena justo recién cumple 13 años, la industria de los criptoactivos no ha dejado de crecer y con la llegada de la regulación, ha hecho incorporarse al sector institucional al tablero donde está en juego entre otras cosas, la hegemonía de los servicios financieros del futuro.
¿CÓMO SE POSICIONAN LOS COMPETIDORES EN EL NUEVO ENTORNO DIGITAL?
Por un lado tenemos a los grandes bancos tradicionales, banca privada, fondos de inversión y los bancos centrales.
Los primeros en plena transformación, que ante los márgenes reducidos de intermediación, están buscando la eficiencia a través de fusiones nacionales, reducción de costes, colaboraciones con empresas fintech y más recientemente con proyectos cripto.
Société Générale anunció en Octubre 2021 que está desarrollando un proyecto de préstamos de finanzas descentralizadas (DeFi) y el banco suizo Sygnum ha ampliado su cartera de productos de activos digitales ofreciendo servicios de stacking en Ethereum 2.0 dando un rendimiento del 7% anual.
Los Bancos Centrales, ante la pujanza de China con el Yuan digital han reaccionado y según el Fondo Monetario Internacional (FMI), casi 110 países se encuentran actualmente en diversas etapas de investigación y desarrollo de lanzar sus propias monedas digitales o CBDC.
Los llamados GAFA es decir Google, Amazon, Facebook … que llevan tiempo amagando con entrar en el negocio bancario, si parece que empiezan a reaccionar como hemos visto con Facebook (ahora Meta), primero con el proyecto Libra, impulsado recientemente por su nueva wallet para hacer pagos, Novi que utiliza una moneda estable referenciada al dólar (Paxos), custodiada por Coinbase y auditada para evitar problemas pasados con la autoridad regulatoria americana, la SEC.
Los más activos dentro del sistema financiero tradicional en esta nueva dimensión digital son las entidades de pagos y los neobancos: Paypal adquirió el custodio de criptomonedas israelí Curv, Visa se ha aliado con más de 50 crypto exchanges y Mastercard compra Ciphertrace, un proveedor lider en blockchain analytics y trazabilidad para evitar el fraude y el blanqueo de capitales.
En el sector fintech, neobancos como Revolut en UK, Nuri en Alemania y Bnext en España ya ofrecen servicios cripto a través de colaboraciones con empresas de criptoactivos.
Tenemos a las empresas nativas digitales custodios y exchanges, que han logrado crear poderosas infraestructuras de seguridad y de mercado, cotizando incluso en el Nasdaq como es el caso de Coinbase.
Y por último y desafiando al orden y la regulación conocida han surgido los servicios financieros descentralizados o DEFI que, cual caminantes blancos como en la famosa serie de Juego de Tronos, avanzan a una velocidad vertiginosa. Son temidos por los reguladores, buena muestra la hemos tenido cuando la SEC ha prohibido a Coinbase ofrecer servicios remunerados cripto al 4%.
Balancer, uno de los principales plataformas en defi, ya está avanzando en dar soluciones de KYC/AML para dar entrada al sector institucional.
LA REGULACIÓN, CLAVE PARA EL DESPEGUE DEL SECTOR
Aunque esto puede causar controversia, no es casual que el despegue del sector haya venido de la mano de las guías y recomendaciones que las máximas autoridades en materia regulatorias (GAFI, FATF, IOSCO, BASILEA...) han ido emitiendo acerca de las criptomonedas, stablecoins, nft´s y Defi, reduciendo cada vez más el riesgo reputacional de los proveedores de criptoactivos.
Desde mi punto de vista, la clave para encontrar el dominador en este sector está en aquel competidor que se adapte con más rapidez a las nuevas normativas regulatorias sobre criptoactivos, tanto nacionales como transnacionales.
La semana pasada se abrió el registro en el Banco de España para aquellos proveedores que vayan a ofrecer servicios de criptoactivos (custodia o intercambio de criptoactivos por moneda fiat) lo cuál ha despertado una gran expectación en los medios.
Este registro se realiza en el ámbito de la prevención de blanqueo de capitales lo cual le da un matiz de exigencia y pese a su condición de entidades reguladas, los bancos que quieran ofrecer este tipo de servicios también deben registrarse.
Este ámbito de colaboración que hemos visto con los ejemplos anteriores ,al que también ayudó otra norma regulatoria de pagos, la PSD2, acuñó un movimiento llamado Open banking que ha permitido a plataformas fintech dar servicios financieros apalancándose en las licencias de terceros.
No es descabellado pensar que el acceso a los servicios financieros del futuro se hagan a través de las licencias conseguidas por proveedores financieros especializados en activos digitales, debido a que éstos poseen la experiencia, conocimientos y procedimientos adaptados al riesgo cripto. En este caso, y siguiendo la tendencia Open cripto banking, una manera muy rápida de adaptarse por el sector financiero tradicional sería la de apalancarse en estos nuevos incumbentes nativos digitales.
En definitiva, el Juego de Tronos por la banca del futuro ya ha comenzado, y la primera batalla se está produciendo en el sector financiero en España gracias a palancas regulatorias como AML5, MICA, Sandbox que provocarán estrategias de alianzas para la cooperación o adquisición en empresas del sector.
Sin duda el sector financiero al igual que cantaba la banda REM en ” it´s the end of the world as we know it” no volverá a ser el mismo que hemos visto hasta ahora. ¿Quién ganará?