Pizza o cerveza. Ese era el método de pago que debía aceptar a cambio un maestro de ceremonias de Dragones y Mazmorras hace unos años. Todo ha cambiado. El auge de la cultura 'nerd' gracias, entre otros, al éxito de series de televisión como Stranger Things, han creado toda una gig economy en torno a este juego de mesa que ya le permite ganarse la vida a más de uno en Estados Unidos.
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Netflix retiene el trono del streaming y el apoyo de los expertos tras sus resultadosPor 300 dólares alguien como Chulick, uno de los sujetos entrevistados por 'Bloomberg', te organiza una campaña que os durará a ti y a tus amigos unas cuatro horas. Por 500 dólares, se trasladará a tu propia oficina y pondrá en marcha una partida de Dragones y Mazmorras para fomentar el 'team building'.
Por una suma a negociar, trazará mapas imaginarios y organizará despedidas de soltero o fiestas de cumpleaños. Si decides contratar sus servicios, deberás esperar meses y meses de lista de espera antes de ser atendido.
"Está de moda y somos consciente de ello", reconoce Nathan Stewart, vicepresidente de la franquicia Dragones y Mazmorras. "La idea de que exista gente ganándose la vida como maestro de mazmorras es guay y nos vuela la cabeza", afirma.
La franquicia de este juego de mesa ha sido subsidiaria de Hasbro desde 1999. En 2017, las ventas se dispararon un 41% y, un año más tarde, subieron otro 52% rubricando así el mejor año de su historia. Precisamente, unas fechas que coinciden con la llegada a la televisión de series como la propia Stranger Things, Juego de Tronos y Riverdale que reivindican la espada y brujería como baluarte.
"NO PUEDES SEGUIR ACEPTANDO CHEETOS COMO PAGO"
Otra de las profesiones que ha alumbrado este fenómeno es la de maestro de mazmorras que utiliza el juego como herramienta para transmitir una enseñanza ofreciendo su conocimiento a los jugadores. Es el caso de Rory Philstrom, un reverendo que imparte clases en retiros espirituales de hasta cuatro días que cuestan entre 440 y 675 dólares. A través de ellas, asegura que sus pupilos pueden encontrar la palabra del Señor.
Algunos van más allá. John Clark vive en Los Ángeles y es un mandamás de Paramount durante el día y maestro de mazmorras cuando llega la noche. "No puedes seguir aceptando bolsas de Cheetos como pago", asegura. "Tienes que valorarte más porque eres el alma de la fiesta", continúa. Y todo a un módico precio de 100 dólares por cabeza y partida.