• Aena trabaja en sistemas de 'self bag-drop' en los que los pasajeros podrán facturar sus maletas sin que un trabajador de la aerolínea realice la gestión
  • Un informe realizado por Amadeus señala que los pasajeros gastan más dinero en los aeropuertos más eficientes y puntuales
embarque aena
Sistema de escaneo de tarjetas de embarque.

Acceder al control de seguridad escaneando la tarjeta de embarque, pasar un control de pasaporte en veinte segundos, facturar una maleta sin ayuda del personal de la aerolínea... Suena futurista, pero no lo es. La tecnología y la automatización de procesos está llegando a los aeropuertos de manera cada vez más rápida. Además, según un informe de SITA, proveedor de tecnología para el sector aeronáutico, “más de la mitad de los pasajeros prefiere resolver asuntos de sus viajes a través de la tecnología a recibir la ayuda de una persona”.

El objetivo es claro: dejar atrás procesos lentos y molestos para los usuarios e implementar tecnología para hacerlos más ágiles. Algunos han pasado a formar parte de lo habitual, como el hecho de hacer la facturación de manera online y no pasar por el mostrador de la aerolínea. En este aspecto, según el informe ‘Las perspectivas de la industria del transporte aéreo’ de SITA “el 91% de los usuarios que realizan el check-in online, si tuviesen que cambiar de método, elegirían otra tecnología frente a la facturación frente a frente”.

Sin embargo, si debemos facturar maletas parece inevitable, por el momento, acceder a un mostrador de la aerolínea para que el personal realice la operación. Aunque podríamos dejar de ver estos procesos en los próximos años en los aeropuertos españoles gestionados por Aena. El operador aeroportuario está trabajando en la incorporación de sistemas ‘self bag-drop’, es decir, tecnologías que permitan a los pasajeros “realizar el proceso completo de facturación sin requerir de personal externo”, según explica la compañía a ‘Bolsamanía’.

Este tipo de tecnologías “mejoran”, entre otras cosas, “la percepción del pasajero al ahorrar tiempo y ganar en libertad y autonomía” y es que, según el informe de SITA, los pasajeros valoran positivamente tener “control” sobre su viaje. En este sentido, el “76% de los pasajeros usaría notificaciones sobre su equipaje en su móvil”.

Además, el hecho de que el pasajero tenga una mejor experiencia durante el tiempo previo a su vuelo también beneficia al aeropuerto. Según destaca ‘Fortaleciendo la propuesta de valor de los aeropuertos’, un informe de Amadeus, “cuanto más eficiente y más puntual es un aeropuerto, más dinero están dispuestos a gastar los pasajeros en ese aeropuerto”. Por lo que, en última instancia, la incorporación de tecnología para agilizar y facilitar procesos beneficia a ambas partes.

BIOMÉTRICA Y SEGURIDAD

En pleno debate sobre cómo las empresas usan los datos que reciben de sus usuarios a través de la tecnología, Lufthansa ha implementado un control de pasajeros biométrico en el aeropuerto de Los Ángeles que permite el embarque de 350 pasajeros en 20 minutos, según la aerolínea. A través de este sistema, los pasajeros solo ‘necesitan’ su cara para embarcar. Con una cámara con reconocimiento facial, el sistema se conecta con el control aduanero y fronterizo de Estados Unidos y al reconocer a esa persona se da por válido el embarque sin necesidad de pasaporte o tarjeta de embarque.

Sistema ABC (Automatic Border System).

Por su parte, Aena también trabaja para agilizar los controles de seguridad. En este sentido, los dos principales aeropuertos operados por la compañía, el de El Prat en Barcelona y el de Adolfo Suárez Madrid Barajas, en Madrid, cuentan con el ‘Automatic Border System’. Este equipo permite realizar “una verificación documental junto con una comprobación biométrica facial y/o dactilar a las personas mayores de 18 años que posean un DNI o un Pasaporte electrónico y sean residentes en un país dentro del espacio Schengen”.

El informe de SITA señala que a medida que las aerolíneas y los aeropuertos recogen más datos de los pasajeros, “estos deberán ser transparentes y mostrar cómo usan la información de sus usuarios y devolverles el valor añadido a los pasajeros”. En esta línea, Amadeus subraya que “el pasajero debe ser el foco principal en la entrega de información para que compañías y aeropuertos creen incentivos de cooperación y colaboración entre ambos”.

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